Las siembras de trigo duro caen en Sevilla un 15% por los bajos precios
Los altos costes productivos y la baja cotización que ha ido arrastrando a lo largo de todo el año 2018 hacen que los agricultores opten por otros granos
Altas y bajas de los distintos granos El trigo duro, el girasol y el garbanzo pierden superficie de siembra en la provincia, mientras que la ganan el trigo blando, la cebada y el triticale
Cotización en los mercados El trigo ha tenido un comportamiento inusual en los mercados, ya que el precio del trigo blando del grupo 3 ha sido y es superior al del trigo duro del grupo 1
El trigo duro «no levanta cabeza». Las bajas cotizaciones que ha ido arrastrando este cereal, base principal de las siembras de invierno en la provincia de Sevilla, a lo largo de todo el año pasado (2018) hace que, cada vez más, los agricultores se decanten por otros granos más rentables. Así ha ocurrido esta campaña, cuando «las siembras de trigo duro han caído, al menos, un 15% en la provincia respecto al ejercicio anterior, cuando se sembraron 98.000 hectáreas», destaca el responsable técnico de cultivos herbáceos de Asaja Sevilla, José Vázquez, quien alerta de que, de seguir esta tendencia a futuro, «nos enfrentamos a la posibilidad de perder un cultivo emblemático en la provincia». Y es que son muchos los agricultores que han vendido su cosecha de trigo duro, de buena calidad, a un precio de 198 euros la tonelada, sólo tres céntimos más que el triticale, cuya cotización ha llegado a las 195 euros la tonelada, siendo éste último un grano pienso y considerado como «un cereal secundario».
Ante esta situación, muchos agricultores han desistido de sembrar trigo duro y han apostado por trigos pienso como es el caso del trigo blando, la cebada y el triticale, cultivos que ya supone algo más del 40% de las hectáreas dedicadas al cereal en Andalucía.
La caída del trigo duro será menos pronunciada a nivel regional, pues las previsiones de Asaja Sevilla son que la superficie dedicada al cultivo baje alrededor del 8%, pasando de 237.000 hectáreas en 2018 a 218.000 en 2019.
Trigo blando y cebada
Por contra, las siembras de trigo blando crecerán alrededor del 5% tanto en la provincia de Sevilla como a nivel regional, ya que incluso el trigo blando del grupo 3 cotiza en los mercados actualmente más que un trigo duro del grupo 1 (la máxima calidad).
La cebada es el cereal que más crece en esta campaña, ya que «hay zonas como la campiña de Carmona donde se prevé que duplique su presencia respecto al año anterior», apunta José Vázquez, quien augura un incremento del 20% en la superficie sembrada a nivel provincial. Es el grano que ha protagonizado las mayores subidas de precio a lo largo del año 2018, ya que su cotización se ha situado muy cerca a la del trigo duro, con un valor entorno a los 196 euros la tonelada en la última comisión de precios de la Lonja de Sevilla, correspondiente al pasado 11 de diciembre de 2018.
La cebada continúa así con la senda alcista iniciada en años anteriores, ya que en el entorno de la provincia de Sevilla, la superficie cultivada de cebada creció un 51% en menos de
un año. En concreto, desde enero de 2017 hasta agosto de 2018, pasando de unas 16.055 hectáreas a 24.228, con una producción superior a las 102.500 toneladas.
Las tierras de secano de la zona de la campiña sevillana están resultando muy productivas para el cultivo de la cebada, con rendimientos de hasta 6.000 kilos por hectárea frente a unos 3.000 kilos por hectárea que se obtienen con el trigo. Además, el hecho de que la empresa Intermalta (proveedor de la cervecera Heineken) tenga una planta en Sevilla y que esté incrementando el número de contratos con los agricultores es otro aliciente para los productores sevillanos que se decantan, en este caso, por el cultivo de la cebada cervecera, al tener asegurada la compra de su cosecha.
La cebada, tanto para la elaboración de piensos como de cerveza, también ha despertado el interés de los productores en el resto de provincias de Andalucía, y a nivel regional está creciendo cada año, pues ya se sitúa por encima del trigo blando (con 98.000 hectáreas), convirtiéndose en el segundo cereal de invierno andaluz, con 124.000 hectáreas.
La campaña de siembras, prácticamente terminada en la provincia de Sevilla, se ha caracterizado por un cierto retraso por cuestiones climatológicas, aunque, según Asaja Sevilla, «el nacimiento de los trigos en conjunto ha sido aceptable y los agricultores están esperando ya a que lleguen las lluvias para iniciar las tareas de abonado de cobertera», afirma el técnico José Vázquez.