El estrés hídrico disminuye la supervivencia de encinas por la seca
La seca de la encina ha puesto en jaque la sostenibilidad de las dehesas, convirtiéndose en uno de los problemas de sanidad forestal que más preocupan a la comunidad científica. A pesar de que se considera al patógeno Phytophthora cinnamomi como el principal desencadenante de esta situación, los condicionantes externos como los eventos de sequía extrema también son determinantes en el proceso de muerte del arbolado.
Por ello, un grupo de investigadores del Departamento de Ingeniería Forestal de la Universidad de Córdoba ha estudiado la diferente respuesta fisiológica de la encina cuando se enfrenta únicamente al patógeno y cuando lo hace en condiciones de estrés hídrico. El estudio revela que cuando a la infección por el patógeno se suma el estrés hídrico provocado por la sequía, la planta es incapaz de responder a la infección, llegando a producirse la muerte.