ABC (Sevilla)

COMO EN LA TIERRA

Estás a favor de los avances, pero te da miedo pensar que tanto avance no deje espacio virgen

- ANTONIO GARCÍA BARBEITO antoniogba­rbeito@gmail.com

NO descansare­mos hasta no dejar hueco libre en el mundo. Llegará un día en que no podamos estrenar nada, porque todo será de segunda mano. Me voy al Montesinos que habla de cuando iba estrenando asombros, y exclama: «Bendita edad aquella en la que uno creía en todo…» No habrá estrenos, salvo los que la naturaleza luzca en el campo, cuando asome vestida con nuevas ropas, aunque nos parezca que son las de siempre. No hay flor igual a otra.

No descansare­mos. Un día, hace unos años, decidimos que había que trazar avenidas sólo para el paseo de las personas, avenidas libres de coches, de motores. Bien. Pero el hombre subió a la bicicleta y al patinete, y en los cien cacharros que nos llevan como el rayo, y parte de ese espacio para personas los señaló para estos vehículos, y la persona sintió miedo de pasear por allí, porque hubo atropellos. No hay espacios en la tierra para las ruedas. Comprueben con qué poco se colapsa una ciudad y sus alrededore­s, basta con un pinchazo, una avería, un accidente leve. No hay espacio libre. Y como ya no saben qué inventar, los drones —lo avisamos— señalaron el camino para el coche volador. Ya vuelan taxis por el cielo de Dubai, en serio o de prueba, pero vuelan. Y llegará un día en que no haga falta conductor, todo será teledirigi­do. De este ensayo a la realidad aérea de los vehículos voladores, un híbrido que podrá utilizarse, como en un padrenuest­ro de automoción, así en el cielo como en la tierra, hay dos hervores. Todo va tan rápido, y tenemos tantas ganas de conquistar­lo todo, que dentro de unos años miraremos al cielo a ver pasar coches voladores como ahora miramos el ir y venir de los ánsares de Doñana. Recuerdas que de niño mirabais al cielo cuando pasaba, altísimo, un avión. Hoy miras el cielo cercano de la ciudad y siempre tiene un avión que llega o un avión que va, amén del helicópter­o de Tráfico, ese «ojo del dios de Tráfico». No dejaremos libre ningún espacio. Te empeñas en una solución de escalextri­c de trenes que recorran el cuerpo de España, y el pensamient­o de la ingeniería punta está allá arriba, convertido en drones o en vehículos que, además de circular por las carreteras, vuelen y transporte­n a personas, ya sean taxis o particular­es. No dejaremos libre ningún espacio, ni abajo ni arriba. Y tú sigues prefiriend­o aquellas palabras del cuarto día de la Creación: «…Creó las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas…» Estás a favor de los avances, pero te da miedo pensar que tanto avance no deje espacio virgen.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain