«Ya iremos viendo dónde queda la lista de Pablo Iglesias en mi candidatura»
Manuela Carmena Alcaldesa de Madrid ∑ La regidora madrileña ultima los nombres que le acompañarán para intentar vencer en las urnas. No queda claro que Podemos se empotre con ella
Ahora Madrid se ha diluido estos cuatro años en la figura de Manuela Carmena (Madrid, 1944). Ella es la marca que la izquierda progresista necesita para tener opciones de revalidar en las elecciones del 26 de mayo. Como líder del Gobierno de la capital, ha sido la encargada de tratar de moderar, con cambios de sillas y tirones de orejas, sus propias siglas, plagadas de estridencias a consecuencia de las diferencias internas. Para 2019 dará sepultura a Ahora Madrid y lo reseteará como Más Madrid, sacando del rebaño a algunas ovejas negras, radicales y anticapitalistas que tantas crisis le han hecho estallar por sorpresa. No sabe qué va a hacer con la representación que trata de colarle Podemos después del chantaje que Pablo Iglesias le hizo con seis de sus concejales que ella quería en altos puestos.
La primera entrevista del año se la concede a ABC, a quien atiende en su despacho de Cibeles. Lleva la pierna derecha en alto, escayolada hasta la rodilla y limitada por una silla de ruedas próximos que le dos acompañará meses. Tiene durante orden expresa los de los médicos de no apoyar el pie. No ha perdido la fuerza, pero sí bastante peso. «Son los antibióticos», revela. Aclara nada más empezar que no vive en un chalé de una zona lujosa de Madrid, sino en un adosado del barrio de Portugalete, en Hortaleza. Allí fue desde donde lanzó en noviembre su nuevo partido. —¿Qué tal se encuentra tras la operación del pie y la infección que le obligó a pasar la Nochevieja y Año Nuevo en el hospital? —Muy bien. Estoy contenta. El médico ya me ha dicho que me van a quitar los puntos esta semana y parece que la época más difícil ha pasado. —Llegamos al final de su legislatura, ¿cómo ha vivido en un gobierno en el que hay concejales que manifiestan públicamente sus desacuerdos y votan en contra de propuestas que presentan sus compañeros? —Ha sido una experiencia interesante en algunos aspectos. Que de entrada no haya una homogeneidad ayuda a ver las cosas desde diversas perspectivas. Las disensiones que ha habido han sido puntuales. El conjunto del equipo ha continuado con unas líneas generales, porque no se pueden cuestionar esas líneas generales. —¿Qué error no repetiría en un segundo mandato? —Hay que seleccionar mejor al principio el perfil inicial y las competencias que se dan a cada concejal. —¿La constitución de Más Madrid implica que ha acabado cansada de los partidos políticos, de Podemos, y de la imposición de cuotas? —Los partidos políticos pueden estar en la plataforma, pero no tanto como partidos, sino como fuerzas políticas. Importan las personas más que su determinación de origen. —Después del desafío que lanzó Podemos a sus concejales por cerrar filas respecto a usted y no someterse a primarias, ¿dónde queda en su candidatura la lista que incluye al predilecto de Pablo Iglesias, el ex Jemad? —Ya iremos viendo. Hay veces que me pedís que mire en una bola de cristal para predecir el futuro y yo nunca he sido buena para ello. —¿Es indispensable que esta lista entre a formar parte de la plataforma? —A mí lo que me parece importante son los perfiles personales. —¿Cómo van a ser esas primarias? —Todavía no están del todo definidas. Forma parte de las decisiones que están tomando. Es pronto. —¿Nos va a sorprender con algún fichaje estrella tipo Pedro Duque? —No se trata de buscar fichajes estrellas, sino que todo el talento de Madrid pueda tener una posibilidad, que podamos recoger esa riqueza de Madrid por su propia generación sin pasar necesariamente por estructuras de partidos, que son muy respetables. —¿Cuándo va a presentar su partido oficialmente y vamos a conocer la lista definitiva? —Más Madrid ya se ha presentado. Ahora estamos en ese proceso de crecimiento, donde confluyan fuerzas e individualidades progresistas. A finales de enero estará ya más articulada para poder presentar más el carácter que tiene y ya se irá a las primarias. Con eso empezará la cuesta ascendente hacia las elecciones. —En estos cuatro años, Ahora Madrid se ha fundido en su figura ¿Se siente una marca? —Quiero salir de eso. No quiero que se vea como una marca personal. Simplemente, como la necesidad de que continúe un equipo que ha realizado una labor en el ayuntamiento, que en mi opinión ha sido positiva. Necesitamos más tiempo para acabar. —Si no gana las elecciones y no consigue ser alcaldesa, ya ha dicho que no quiere ser jefa de la oposición. La gente que vaya a votar a Más Madrid necesitará saber quién se quedaría al frente de la plataforma. —Eso quedará cuando se hagan las listas y pasen las primarias. Entonces se verá quién es la que me sustituye. —Pero ya se ha dicho: su amiga Marta Higueras. —[Ríe] Se ha podido decir, pero hasta que no se hayan hecho las elecciones internas no quedará configurado. —Madrid Central es el sello de su gobierno. ¿Ampliaría la restricción al vehículo a otras zonas de la ciudad? —El objetivo es reducir la contaminación, no llevarlo a otras partes de la ciudad. La comisión de seguimiento nos va a dar unos indicadores para valorar el resultado de Madrid Central. —¿Sólo se puede combatir la contaminación «marginando» al coche? —El vehículo genera unos contaminantes que son incuestionables. En las grandes ciudades la forma de deambular ya no es a través del coche. —La limpieza de Madrid ha sido su asignatura pendiente, ¿cómo lo solucionaría? —Creo que hay que pensar otra manera de llevar a cabo la limpieza de Madrid. Es tan importante dedicar nuevos recursos, con nuevos contratos, como que los ciudadanos tengan una buena actitud cívica.
Sobre el lanzamiento oficial de su nuevo partido «Estamos en proceso de crecimiento. A finales de enero estará ya más articulado para poder presentar el carácter que tiene y, a partir de ahí, se irá a primarias»
Sobre los conflictos internos «Las disensiones que ha habido han sido puntuales. El conjunto del equipo ha continuado con las líneas generales, que no se pueden cuestionar»