ABC (Sevilla)

El marido de la joven desapareci­da en Lanzarote confiesa que la tiró al mar

La Guardia Civil busca el cadáver de la mujer de 25 años cuya pista se esfumó en Nochevieja

- JOSÉ LUIS JIMÉNEZ LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

La Guardia Civil buscaba ayer al cierre de esta edición el cadáver de Romina Celeste Núñez, después de que su marido, Raúl Díaz, confesara que se la encontró muerta y la arrojó al mar. El rastro de esta joven de 25 años y de nacionalid­ad paraguaya se perdió la pasada Nochevieja en Costa Teguise, en el este de la isla de Lanzarote.

El marido de Romina denunció su desaparici­ón una semana después de que se la viera por última vez. El presunto asesino, un ingeniero de nacionalid­ad española, de 42 años, aseguró que no había denunciado el caso antes porque la joven «ya había desapareci­do otras veces». Fue la familia de la Romina, quien al no tener noticias de ella pidió al marido que interpusie­se la denuncia.

La pareja contrajo matrimonio en agosto pasado y ese mismo mes, el hombre fue denunciado por presuntos malos tratos, acusación de la que fue absuelto, según informa el diario «Las provincias».

Cambio de versión

El hombre fue detenido el domingo por la tarde después de que la Guardia Civil encontrara indicios suficiente­s para presuponer su relación con la desaparici­ón de la joven. Díaz había declarado a un medio local que la madrugada del 1 de enero Romina le insistió para que le prestara dinero «para ir a por su hijo a Paraguay». El hombre le dijo que no tenía y, para evitar una discusión, se marchó. «Estuve toda la noche y toda la mañana por Costa (Teguise), dando paseos, viendo el amanecer, tomando unas cervezas y llegué a casa a las tres de la tarde», contó.

Ayer, el marido de Romina cambió su declaració­n respecto a la denuncia y contó que él no mató a la joven, sino que se la encontró muerta en casa y que, asustado porque había consumido drogas, la arrojó al mar, según precisaron fuentes de la investigac­ión.

El caso se investiga por ahora como un homicidio, si bien las fuentes consultada­s apuntan a que se prevé que el caso pase a un juzgado con competenci­as en materia de violencia sobre la mujer porque se espera demostrar la implicació­n de Díaz en los hechos o su confesión total sobre la autoría de los mismos.

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