ABC (Sevilla)

Murray regala una última exhibición

Perdió ante Bautista en un gran partido a cinco sets y piensa en una segunda cirugía

- L. MARTA

Con la Melbourne Arena entregada y en pie, Andy Murray no tuvo más remedio que esperar para realizar el que sería su último turno de servicio. Después de cuatro horas y veinte minutos, cedía ante Roberto Bautista, y ante la emoción de saber que era el último encuentro que disputaba en el Abierto de Australia.

Más cerebral que emocional, como ha sido su tenis, el británico aguantó el abrazo del español, la ovación de la grada y un vídeo de todos sus compañeros y rivales dándoles las gracias por tanto. Murray va descontand­o los partidos antes de que el tenis sea solo un recuerdo. La cadera ha precipitad­o su adiós y espera, al menos, elegir el escenario.

Por el momento, Australia lo vio por última vez ayer como tenista. Y como última función, una batalla descomunal a cinco sets y casi cuatro horas y media. Levantó los dos primeros parciales y una bola de partido en el tercero, que alargó, como en el cuarto, hasta el tie break. En el quinto cedió ante el dolor y la emoción (6-4, 6-4, 6-7 (5), 6-7 (4) y 62). «Si ha sido mi último partido, ha sido una bonita manera de terminar», confesó. Aunque su deseo fuera despedirse por todo lo alto en casa, en Wimbledon, seguirá el dictado de los dolores en su cadera. En las próximas semanas decidirá si vale la pena reposar hasta el Grand Slam de Londres o pasar por el quirófano de nuevo. Quizá no tanto con la idea de que salga bien y pueda continuar en activo, sino para que su vida diaria después del tenis se vea alejada de las molestias y el sufrimient­o.

Ha sido la única alternativ­a fiable a los tres grandes nombres que han copado los títulos en los últimos años: Nadal, Federer y Djokovic. Tanto se ha dejado por este deporte, que todavía le asaltan las dudas de si realmente no sería posible aguantar un poco más, a pesar del dolor. «La operación es mi única posibilida­d si quisiera seguir jugando más allá de Wimbledon, aunque necesitarí­a un buen tiempo de rehabilita­ción. Algunos tenistas lo han conseguido. Pero también hay muchas opciones de que no pueda volver a jugar después de una operación de estas caracterís­ticas. Aunque mi calidad de vida mejoraría. Y si me opero después de Wimbledon, no habría ninguna posibilida­d de volver porque sería otro año fuera del circuito». La cadera decidirá, pues ya tras el encuentro admitió: «Ahora mismo ni puedo caminar». Se lo había dejado todo en su posible última función. Y el Abierto de Australia se rindió a su entrega y su pasión, todo lo que Murray significa para el tenis.

Nadal, Verdasco y Federer superaron la primera ronda y se enfrentará­n mañana a Ebden, Albot y Evans, respectiva­mente.

 ?? REUTERS ?? Murray, agotado, tras cuatro horas y media de encuentro
REUTERS Murray, agotado, tras cuatro horas y media de encuentro

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain