El sevillano precoz que presume de ser «un especulador» ultraliberal
Sandro José Marín Rodríguez (Sevilla, 1992) tenía solo 21 años cuando, según consta en la documentación oficial, fundó la empresa Magrudis S.L., propietaria de La Mechá. Su juventud en el momento de constitución de la empresa y el hecho de que estuviese estudiando una carrera y de Erasmus por Europa en estos últimos años han provocado que se le acuse de ser, en realidad, un testaferro de su padre, el dueño de la empresa cárnica que fabricaba la carne mechada infectada por listeriosis. Este joven sevillano, educado en el colegio Claret, según quienes le conocen, empezó la carrera de Farmacia, pero pronto la dejó por la de Económicas, que llevó a cabo en la Universidad Pablo de Olavide, en la capital andaluza. Su vida ha transcurrido siempre en Sevilla, salvo el año que pasó en la Universidad de Katowice, en Polonia. Esto ocurrió en el curso 2015-16, como atestiguan las fotos de sus contactos en las redes sociales. En las