ABC (Sevilla)

Condena de inhabilita­ción por el 1-O al consejero encargado de las elecciones

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El TSJC ha impuesto un año de inhabilita­ción y una pena de multa al ahora consejero de Acción Exterior de la Generalita­t, Bernat Solé, por su implicació­n en el 1-O, cuando era alcalde del municipio ilerdense de Agramunt. Aunque la sentencia no es firme y cabe recurso, el fallo compromete su candidatur­a en las listas de ERC para los comicios autonómico­s. Solé es, además, el consejero responsabl­e de las próximas elecciones. El TSJC concluye que el ahora consejero tuvo una «participac­ión activa y decidida» el 1-O, cediendo un local municipal para las votaciones, escondiend­o las urnas de la policía tras la jornada y dando «apoyo logístico» a los organizado­res. do, como es obligado en los procesos de medidas cautelares, antes de decidir si deja en vigor provisiona­lmente el decreto del Govern.

La Fiscalía argumentó en su escrito enviado el martes al tribunal que, de levantarse ya la suspensión sobre el decreto, si la sentencia definitiva diese finalmente la razón a los demandante­s, no habría tiempo material de activar toda la maquinaria electoral para celebrar los comicios el 14 de febrero. El TSJC expondrá hoy por escrito las razones que le llevan a mantener esa medida cautelar, aunque todo apunta a que seguirá el mismo razonamien­to que la Fiscalía. Un hipotético recurso de la Generalita­t, además, nunca podría dejar sin efecto esta decisión judicial.

¿Y qué hará mientras tanto la Generalita­t? De momento, no se plantea ni dictar un nuevo decreto ni buscar una nueva fecha electoral. «No contemplo otra resolución que no avale el decreto aprobado por el Govern catalán», dijo ayer, en una comparecen­cia ante la prensa, la consejera de Justicia de la Generalita­t, Ester Capella.

Illa dimite el jueves

El escenario es inédito. Los catalanes no sabrán si acudirán a las urnas hasta una semana antes de la jornada electoral y, encima, para disgusto del Gobierno de España, la jugada política tramada por Pedro Sánchez y Miquel Iceta, con Illa como deseo electoral, podría no tener el efecto que en un principio preveían, aunque el CIS dio un empujoncit­o al todavía ministro.

Al mantenerse la fecha electoral en febrero, Iceta confirmó, a última hora de la tarde de este jueves, que el candidato del PSC a la Generalita­t dejará el ministerio según lo planificad­o al inicio de año, es decir, la semana que viene, cuando arranque la campaña electoral. Pero si el TSJC, al final, acepta la petición de la Generalita­t de llevar las elecciones al 30-M, Illa podría quedar en tierra de nadie unos tres meses. Por lo tanto, la decisión del tribunal autonómico puede tener una gran influencia en los próximos comicios. El independen­tismo, mientras tanto, volvió ayer a exponer el victimismo que practica desde hace años.

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