La venta de Willian José acelera el traspaso de Carlos Fernández
La Real Sociedad avanzó en el acuerdo con el Sevilla, que está más cerca
a la clasificación del equipo a la Liga de Campeones. De menos a más, el gaditano ha superado una primera media campaña de altibajos por problemas físicos para, en esta 2020-21 convertirse al fin en un titular indiscutible del conjunto sevillista, donde su magia aparece para abrir los espacios que muchas veces es incapaz de encontrar el resto de sus compañeros. Es lo que se le pide a esa pierna izquierda capaz de sacar pases donde nadie los ve, botar faltas directas con enorme peligro y, como el otro día en Vitoria, sacarle las telarañas a la escuadra de la portería rival. El gaditano ha logrado convencer a aquellos que lamentaban su inclusión en la banda derecha del ataque sevillista porque eso desplazaba a Ocampos a la izquierda, algo que parecía restarle condiciones y peligro al argentino.
Hasta el momento, Suso suma esta temporada 18 encuentros jugados, de los cuales ha sido titular en 14 de ellos, y en los que ha anotado tres goles. Su juego tendente al interior provoca espacios tanto de frente, que él aprovecha para sacar sus famosos pases filtrados a la espalda de la defensa rival o, también, para dejarle todo el carril derecho a las internadas de Jesús Navas. Sin ir más lejos, el 0-1 del pasado martes ante el Alavés fue una internada de Navas hasta la línea de fondo, y el 1-2 fue una búsqueda de posiciones más centradas desde la derecha para acabar mandando su disparo a al fondo de la portería.
Este sábado, Suso, quizás en su mejor momento desde que llegase al Sevilla, se enfrenta a las que fueron sus raíces. El Cádiz rendirá visita al Ramón Sánchez-Pizjuán en partido de Primera división, esa que aquel chaval de 17 años renunció a poder vestir para intentar subir un escalón más en su ambición de vestir la camiseta de uno de los grandes del fútbol continental. Al menos, diez años después, ya ha vestido las de Liverpool, Milan o Sevilla, que no está nada mal para tener sólo 27 años. Está en la mejor etapa de su carrera, y su técnico sabe que puede contribuir a generar muchas victorias. Mañana, ante su querido Cádiz, tendrá una nueva oportunidad.
Los caminos de Carlos Fernández y el Sevilla están cerca de separarse de manera definitiva. El delantero canterano del conjunto de Nervión pondrá, si nada se tuerce en próximas horas, rumbo a la Real Sociedad para reforzar el ataque del conjunto dirigido por Imanol Alguacil, que ayer veía como se alcanzaba un acuerdo para el traspaso del delantero brasileño
Willian José al Wolverhampton inglés, que pagará cerca de 20 millones de euros por el futbolista. Esta operación era el requisito indispensable para que la negociación entre Real Sociedad y Sevilla por Carlos Fernández diera pasos adelante.
En el club sevillista reconocen que mucho se tienen que torcer las cosas para que el delantero de Castilleja de Guzmán no acabe vistiendo la zamarra guipuzcoana, ya que la negociación parte de una base de diez millones de euros en la que hay un tira y afloja en pluses por objetivos y porcentajes de una posible futura venta que impiden aún el acuerdo. Las relaciones entre ambos clubes son buenas y las conversaciones fluidas, por lo que el traspaso debe ser un hecho.
Carlos Fernández buscará así en el equipo vasco los minutos que no está teniendo en un Sevilla en el que En-Nesyri y De Jong se alternan en la titularidad, dejándole poco margen para meter la cabeza al jugar Lopetegui habitualmente con un único delantero. Además, el canterano sevillista no ha tenido fortuna esta campaña al haber sido contagiado de coronavirus y, también, haber sufrido una lesión que le mantuvo varios partidos fuera de la convocatoria.
Carlos Fernández se ganó la oportunidad de formar parte de la plantilla sevillista tras una gran temporada pasada en Granada, en la que anotó 13 goles. Sin embargo, esto no le va a valer para hacerse un hueco en un club con retos muy ambiciosos.