El triángulo de las maravillas
Para la Cuaresma y la Semana Santa, la provincia va a permanecer cerrada según las previsiones del Gobierno andaluz. La movilidad se limitaría al ámbito de este territorio sin que nos podamos desplazar para ir a ver lo que otras semanas santas de Andalucía están preparando, especialmente Málaga y Antequera. Tampoco, por tanto, podrán venir de fuera a las muestras del triángulo de las maravillas; porque a la exposición del Consejo, en Cajasol y a la de Fiestas Mayores ,con los artesanos en el Ayuntamiento se unirá la antológica de Sebastián Santos que prepara el Cerro en la Casa de la Provincia y que también aportará bastante. Después habrá más exposiciones, pero este triángulo será la zona cero del Arte.
El documento de la mitra para esta Cuaresma que firmaron las delegaciones de liturgia y hermandades (no era de Isacio Siguero) es más laxo que el tenor del texto conocido. Esta semana, Marcelino Manzano reconoció que quizá se debió explicar mejor pero que todo lo que se quiera hacer es dialogable. Incluso la colocación de los pasos o insignias en altares. Hablando se entiende la gente.
En el boletín ya aparece la cita del cabildo que, sin ganas, ha convocado el hermano mayor para el cambio de la Virgen de la Cabeza. Con el plan de la pandemia, no sabemos cómo andará la cosa el 17 de abril en cuestión de aforamientos para reuniones. Si este cabildo es tan multitudinario como el de 2002 habrá un problema. Por eso el escenario del aplazamiento se atisba en el horizonte.
Con la sequía de dos años sin elección se supone que se debe refrescar el caladero para la próxima vez que se reúna el Consejo que no será hasta el otoño de 2022 si todo marcha bien. Esta parada biológica vendrá genial para la renovación de las listas. Como se desconoce al nuevo obispo no se sabe si el control férreo del nombramiento se mantendrá.
La lista de no cartelistas es tan amplia como la de no pregoneros. Frente a tanto pestiño gráfico de los últimos tiempos hay gente grande que se ha quedado sin manchar los pinceles. Ha sido el caso de Manuel Salinas fallecido hace días que no fue llamado nunca para ofrecer su particular visión de la fiesta. Quede para la historia su paño de la Verónica del Valle en el que Salinas sacrificó su estilo.
Ha vuelto al barrio la Virgen de Dulce Nombre tras la restauración de Darío Ojeda que ha podido recuperar el tono original de la obra, una de las primeras de Álvarez Duarte. También ha resuelto el problema de los ojos de una dolorosa que no se sabía hacia donde miraba. Hay que aplaudir a la cofradía que difundió ayer mismo un documental del proceso. David Toro se ha encargado de presentar con mucho acierto a la dolorosa de una manera que refuerza su expresividad.
Las Glorias también quieren una exposición cuando llegue su tiempo aunque el proyecto se encuentra aún en pañales. Lo que va muy avanzado es el de Pentecostés que prepara la Matriz de Almonte y que tendrá también una segunda sede en el Salvador donde estarán todas las carretas de la capital.