Vacunación: llega el alivio tras el miedo
2.000 trabajadores de farmacia se vacunaron ayer en el Sadus. Tras los nervios, ya divisan el final del Covid
La cola daba la vuelta al Sadus, el pabellón deportivo de la Universidad de Sevilla reconvertido en centro de vacunación y donde están poniendo la primera dosis a 2.000 personas al día en jornadas de doce horas de 8 a 8 de lunes a viernes. Ayer miércoles tocaba al personal de farmacia, uno de los grupos elegidos entre los primeros a inmunizar.
En la fila, hombres y mujeres esperaban su turno. Las caras reflejaban la expectación, algunas un poco de nerviosismo, pero la mayoría estaba feliz.
Así estaba Almudena, farmacéutica que trabaja en San Jerónimo que acudía con su hijo de dos meses en brazos. «Espero no tener efectos secundarios», decía pensando en cómo le sentaría la dosis ya que ella, además, está dando el pecho a su pequeño. En cualquier caso, Almudena cree que los beneficios son mayores que otra cosa.
Junto a ella Rocío, técnico en farmacia, también sentía «algo de incertidumbre» ante los efectos secundarios pero, sobre todo, se mostraba emocionada. «Todos estamos muy contentos. Es la esperanza tras tantos meses. Mi hijo iba a decir en el cole que su mami se vacunaba hoy».
Otra farmacéutica, María, también tenía ganas. «Somos los primeros. Nos han dicho que puede provocar efectos secundarios que quizás nos dé algo de fiebre, pero mejor eso que no tenerla», explicaba. Igual que Antonio Martínez, propietario de una oficina de farmacia, satisfecho tras su primera dosis. «He estado quince minutos sentado por si me daba reacción pero nada de nada. Me vuelvo a la farmacia», explicaba. Su sensación, como la de la mayoría, era de «esperanza». «Ponerse la vacuna es como una liberación,