El Cachorro sube a su paso reformado para Semana Santa
José María Leal cambia el diseño de Guzmán Bejarano para dar protagonismo al Cristo
Será la imagen de la Semana Santa de 2021. Al menos de momento. Ayer, Miércoles de Pasión, el Cachorro amaneció sobre su paso procesional, que luce en todo su esplendor tras la reforma que le ha practicado el imaginero José María Leal y que hubiera sido uno de los estrenos más relevantes de las hermandades de Sevilla en este año si la pandemia no lo hubiera impedido. Cuatro años después del inicio del proyecto, el Cristo de la Expiración tiene ya un altar móvil más medido y completo, que modifica y añade nuevos elementos sobre el diseño original de Manuel Guzmán Bejarano.
La hermandad ha querido que el principal protagonista sea el crucificado y ha sustituido elementos de orfebrería por esculturas, ha recortado la altura de los candelabros de cola para que no tapen a la imagen de Ruiz Gijón y se ha conseguido una estructura piramidal.
La definición del proyecto la dio Gabriel Ferreras, historiador del IAPH y comisionado de la hermandad para estos trabajos junto con los catedráticos Emilio Gómez Piñol, Juan Miguel González Gómez y Sebastián Santos Calero: «Las obras de arte hay que hacerlas como la Giralda, completándose en distintas épocas y con distintos artistas».
El hermano mayor, Marco Antonio Talavera, destacó la importancia del acontecimiendo ya que «sale a la luz el trabajo de cuatro años intensos y sin prisa para conseguir una mejora de lo bueno que ya teníamos». En definitiva, «con las mejoras conseguimos un paso de altísimo nivel». Durante el sencillo acto celebrado en la basílica al mediodía de ayer, el director espiritual bendijo las imágenes de los santos que van en las esquinas y en el canasto.
Una estructura piramidal
El primero de los detalles de este ‘nuevo’ paso ha consistido en dotar al Cristo de la Expiración de mayor protagonismo, ya que con la configuración antigua de las andas había elementos que restaban visibilidad a la imagen, algo que siempre se le achacó al diseño de Guzmán Bejarano. La hermandad ha afrontado la reordenación de los elementos para que formen una estructura piramidal cuyo centro sea únicamente el crucificado. Por ello, el proyecto contemplaba mantener la estructura del canasto y respiraderos intacta, actuando en los candelabros y en las esquinas. Los nuevos guardabrisas permiten una mejor visión del Cristo y, en las esquinas, se simplifican los elementos, que constan de columnas salomónicas.
Un programa iconográfico
Por otro lado, se ha pretendido dotar de sentido iconográfico completo a todo el conjunto. La imagen del Cachorro es el «Verbo hecho carne», y la transmisión oral y escrita está representada mediante la realización de los cuatro Padres de la Iglesia occidental en las