El PP presume de estar ya en empate técnico con el PSOE
Los populares ven próximo el ‘sorpasso’ y creen que se está viviendo «el principio del fin» de Sánchez
Pablo Casado se encontró ayer cara a cara con Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, después de dos semanas en las que el PP ha doblado el pulso al Gobierno y al PSOE en su intento de tumbar los ejecutivos regionales de Murcia, Castilla y León y Madrid. Los populares vieron a un presidente del Gobierno «muy nervioso», según comentaron, al borde de perder los papeles, y especialmente gesticulante contra el jefe de la oposición, algo que atribuyeron al «fracaso estrepitoso» en su estrategia para «aniquilar» a la oposición. «Sánchez está en el principio del fin», aseguran en Génova.
Ese nerviosismo que han visto con claridad en Sánchez lo extienden también a su todavía vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, quien se despidió de sus broncas semanales frente a Teodoro García Egea con el anuncio de una denuncia contra el secretario general del PP por «comprar» diputados en Murcia, algo que en Génova calificaron directamente de «ridículo». «Es la despedida del peor vicepresidente del Gobierno de la historia», sentenciaron en el PP.
Fuentes populares comentaron que esa actitud poco serena de Sánchez e Iglesias tiene su explicación en que a estas alturas esperaban una realidad política radicalmente distinta a la que se ha quedado. En apenas dos semanas el PP ha exhibido su triunfo en Murcia y en Castilla y León, con unas elecciones convocadas en Madrid que ven con optimismo extremo. Y todo ello en plena disolución de Ciudadanos.
En Génova afirman, con análisis en la mano a partir de las encuestas que se han ido publicando, que el PP ha ganado terreno de forma considerable en estas últimas semanas hasta acercarse con claridad al PSOE. «Empate técnico» es el término que pasa de boca en boca en el PP. Y el «sorpasso», más cerca. Casado precisó ayer, en una charla informal con periodistas, que en este momento el PP se ha situado a solo dos puntos del PSOE, algo que le llevó a decir, en la Junta Directiva Nacional de su partido el martes pasado, que están preparados para «ganar» en cuanto Sánchez decida convocar las elecciones generales.
Dentro del hemiciclo, Sánchez y Casado mantuvieron su habitual duelo parlamentario en el marco de la sesión de control y de nuevo volaron las acusaciones y los golpes dialécticos. El presidente popular volvió a recriminar al socialista sus ataques a los gobiernos de Murcia, Castilla y León y Madrid y se jactó de que «el tiro le ha salido por la culata». «Tres intentos de atacarnos mediante mociones de censura y tres fracasos estrepitosos cosechados por usted», recriminó a Sánchez, a quien exigió que reconociera que fue él quien «lo urdió todo».
Sánchez, por su parte, replicó que le «da pena» ver al PP liderado por Casado y le pidió «pudor» en sus intervenciones en lugar de dar lecciones. Aseguró que Génova ha logrado mantener el Gobierno murciano sustentándolo sobre la «corrupción y el transfuguismo». Obvió por completo el caso del secretario general del PSOE en Murcia, que está investigado por prevaricación, y que negoció con Ciudadanos la moción de censura en la Región.
Crecimiento en Madrid
El optimismo que se vive en el PP se basa, además, en sus buenas perspectivas ante las elecciones de Madrid. Casado prevé un crecimiento sostenido de Ayuso, hasta lograr una mayoría suficiente para poder gobernar en solitario. Los populares ven improbable la mayoría absoluta, pero sí creen posible obtener un apoyo amplio que deje a Vox sin fuerza para exigir su entrada en el Gobierno.