La cualidad por la que ha promocionado la ministra Belarra es ser amiga de la mujer de Iglesias
PENSABA con resignada aceptación que en esta vida ya nunca pasaría de gacetillero, y a mucha honra. Pero mis expectativas existenciales se han elevado. Y es que en esta España de progreso para todas y todos cualquiera puede llegar a ministro. No se requiere ni experiencia ni conocimientos. En un extraordinario experimento de igualitarismo político, están recibiendo carteras del Gobierno de España personas que apenas han trabajado, que trincan en la política una pasta que jamás les pagarían en una empresa privada y cuya experiencia real de gestión tiende a cero. El último ejemplo es Ione Belarra, la pamplonesa de 33 años que ha heredado el ministerio (vacío) de Iglesias Turrión.
Ione es de enfadarse mucho en Twitter y de insultar con la coletilla de ‘fascistas’ a sus compatriotas que tienen la lucidez de no pensar como ella. Vive atrapada en una ideología que ya estaba demodé cuando ella nació, allá en 1987, en el seno de una buena familia navarra de clase media. Estudió, por supuesto, en un estupendo colegio católico y concertado de Pamplona y luego se graduó en Integración Social y, más tarde, en Psicología en la Universidad Autónoma de Madrid. Acabó el clásico máster en 2014, año en que se mete en Podemos, y a continuación inició el doctorado, que no acabó. Trabajó un poquito en la Comisión de Ayuda al Refugiado y como becaria en el Ministerio de Educación en la etapa del PP. Ahí concluye su currículo previo a la política. Da igual: a finales de 2015, con 28 años, ya era diputada en el Congreso y en enero de 2020, Iglesias la colocó de secretaria de Estado, al frente de esa entelequia llamada Agenda 2030, cuya única razón de ser es habilitar un carguito más para la cuota de Podemos en la coalición. ¿Le ha venido bien la política para el bolsillo? En 2016, Belarra declaraba en la web de Transparencia podemita que poseía 29.078 euros. Su escaño de diputada y su cargo de secretaria de Estado de la providencial Agenda 2030 han mejorado su patrimonio. Hoy posee un piso a medias con su pareja y 45.000 euros en el banco. Por supuesto, su compañero y padre de su hijo también trabaja para Podemos, como asesor (no hay vergel mayor para el florecimiento del amor que los círculos morados).
En resumen: Ione carece de experiencia laboral destacable, nunca ha gestionado nada y no se le conocen habilidades notables, más allá de insultar a la mitad de los españoles y poner verdes con deslealtad manifiesta a sus compañeras de gabinete Margarita Robles y Nadia Calviño. Entonces, ¿cómo ha llegado a ministra?, ¿a qué se debe tan fulgurante despegue en Podemos? Aquí emerge lo más notable de su currículo: Belarra estudió Psicología en la Autónoma con Irene Montero, se hicieron muy buenas amigas y su colegui de clase la ha ido promocionando. La habilidad sustancial de Belarra es que se lleva bien con La Casta de Galapagar que maneja Podemos. Ay, la gran regeneración anticasta se nos está quedando en caspa.