Foden le ahorra un mal trago al City
El joven talento inglés corrobora una gran actuación con un gol en el último minuto
sea lo más reconocible del Madrid actual: un juego experto, prudente y a la vez ácido, intencionado, como si en sus jugadas se acumulara un saber de décadas.
No es un Madrid de furias ya, ni de épicas, sino un Madrid de oficio, que toca mucho, pero sin adornos, sin retórica, que se mide tanto como mide al rival, como si llevara un contador de los pasos que le quedan. En este Madrid avejentado que ha estirado Zidane (y Vinicius de otra forma en el campo, dándole nuevo aliento) respira el Madrid intemporal, se da la mano con el de las últimas Copa de
Europa, y se ve claro que todo lo demás es filfa, paja, y que el Madrid real es el de estas noches en las que Modric, Kroos y compañía se exprimen, escalando otra vez (¡otra vez!) la Copa de Europa.
Así, por tanto, los de Zidane dominaron el partido con una veteranía llamativa. Otro partido, por cierto, para Lucas y Nacho, pareja que parece citar (y vengar) a los García, generaciones de madridismo ibérico. Solo les faltó jugar con bigote.
No inquietó el Liverpool y el Madrid se lleva un justo 3-1 a la vuelta. Las semifinales ya se divisan.
Salvó el City un mal resultado en la última jugada. Foden anotó cuando el Dortmund ya se relamía con un empate a domicilio de oro. Partido mustio acelerado por un gran ocaso. Se habla de Haaland pero Foden merece un eco en su nombre de vez en cuando.
Salió el City como se lo imagina en sus sueños Guardiola, sin delantero y saturado de centrocampistas. Cancelo, lateral en el Valencia e Inter, es mediocentro bajo las órdenes del catalán. Uno que junto a Rodri organizaba ayer el juego de los suyos en la base para que el resto del avispero (Mahrez, Foden, De Bruyne y Silva) se aposentasen en campo rival, tocasen y presionasen tras pérdida. La primera fue para el Dortmund pero los ingleses, con un envidiable 2021 a sus espaldas (26 victorias en los últimos 27 partidos), aprovecharon un terrible error de la defensa visitante para hilar fino con una contra y conducir el balón de lado a lado y, finalmente, a la red. Fue De Bruyne quien le puso el lazo al regalo (min. 19).
El Dortmund, plagado de jóvenes jugadores anoche, es un equipo de firme fe una vez pasa de medio campo, porque en la proa de su barco se encuentra el berserker Haaland, varado ayer el noruego en la primera parte eso sí. Sin embargo, en terreno propio, es una caricatura con tendencia al fallo suicida, algo que les ha penalizado con dureza en la Bundesliga. Pero pasaban los minutos y ni el City acababa de avasallar como se esperaba ni el Dortmund terminaba de
Ederson Walker Stones Dias Cancelo Rodri Gundogan Mahrez De Bruyne Foden Silva (59)
Jesús (59)
GOLES
m.19: De Bruyne, Foden m.84: Reus, m.90:
EL ÁRBITRO
(Rumanía). Sacó tarjeta amarilla a Can y a Belligham. cometer el error definitivo. Una combinación que daba esperanzas a los teutones al descanso.
Dahoud dio validez al discurso con una gran maniobra en su campo para meter un pase todavía mejor a Haaland, que al espacio y en el cuerpo a cuerpo es inevitable. Se quitó al gigantón Dias como si nada y solo Emerson evitó el empate con una excelente parada con el pie. Dormía el partido por instantes el City, quizás demasiado pronto. Solo Foden, el más joven de la manada inglesa, se echaba el ataque de su equipo a las espaldas. En una jugada aislada, casi desapercibida, Haaland recibió de espaldas en la frontal y de primeras, cedió a Reus que hizo el empate con veteranía. Drama en Mánchester hasta que, de nuevo Foden, un talento sin precedentes con esa edad como dice Guardiola, anotó el segundo para los suyos y lo celebró con rabia, pues bien lo merecía.