Las catas avalan el recorrido del tramo norte de la línea 3 de metro
Los nuevos hallazgos no afectarán al proyecto, que se está actualizando
La consejera de Fomento, Marifrán Carazo, tiene ya sobre la mesa los resultados de la campaña de prospecciones geotécnicas para la ampliación del metro de Sevilla, unos trabajos que comenzaron el pasado otoño y que se han prolongado hasta ahora. Durante los 25 sondeos realizados no se han encontrado «grandes sorpresas», como confirman a ABC fuentes de este departamento. De manera que «las medidas adoptadas para las cimentaciones de la estructuras incluidas en el proyecto original se consideran válidas».
Estas catas son necesarias para reducir las incidencias durante la obra que pueden provocar retrasos y sobrecostes. Durante estos meses se han realizado 25 excavaciones en la traza del túnel que van desde los seis a los 46 metros de profundidad. En concreto, se han acometido unos 750 metros lineales de sondeo adicional. «Con ello se ha querido lograr distancias adecuadas entre los mismos, priorizando su ubicación en los elementos singulares del trazado de la línea 3, como son las estaciones, las estructuras y el túnel en mina», aclaran las fuentes consultadas.
Gracias a estas prospecciones se ha podido conocer con bastante precisión y con las distancias entre sondeos requeridas el terreno que deberá atravesar la futura línea 3 de metro tanto en planta como en alzado. Hasta ahora los trabajos se han centrado en el trazado del tramo norte, que va desde Pino Montano hasta el Prado de San Sebastián. Más adelante se hará lo mismo con el recorrido del tramo sur, que se extenderá hasta el hospital de Valme. Este segundo proyecto de actualización conlleva una modificación sustancial con respecto a los planos originales, no sólo por la ampliación, sino porque la Junta ha dado la posibilidad de desplazar el trazado desde la avenida de la Palmera hacia la de Manuel Siurot.
Igualmente se han determinado los parámetros de resistencia necesarios para garantizar los cálculos más rigurosos posibles y determinar los movimientos y afecciones generadas por las obras para cada tramo. Otro de los factores que se ha estudiado es el nivel de permeabilidad de los suelos, una cuestión en la que se había reparado en el proyecto de 2010. Desde la Consejería aclaran que estos análisis «son necesario para poder dimensionar los sistemas de drenaje que facilitan la circulación del agua del subsuelo».
Los sondeos arrojan luz también sobre la parcela de los talleres y cocheras de la que había muy poca información. Ambos se encuentran sobre la antigua gravera rellenada, con espesores poco compactos que precisarán de otros tratamientos.