Absuelto de abusos a sus hijas, que negaron los hechos al juez
Un juez de Sevilla pone fin a la denuncia contra un profesor universitario, interpuesta por su exmujer una vez separados y cuando él ya había iniciado una nueva relación. Lo acusó de abusar sexualmente de las dos hijas del matrimonio, de siete y cinco años, y de maltratar a las niñas, quienes negaron los episodios denunciados.
El juez de Instrucción número 4 de Sevilla ha acordado el sobreseimiento de la causa. Las relaciones en la pareja empeoraron a partir del verano de 2017. Ahí, según ha relatado a este periódico Fernando García-Neble, abogado del denunciado, comenzó el acoso hacia su cliente. «Lo espiaba en el trabajo o en el bar», añade. Tras la separación y como consecuencia de que el hombre iniciara una nueva relación, «los celos» se agravaron con el propósito de «quitarle la posibilidad de ver a sus hijas». Se separaron en enero de 2019 y en marzo la mujer interpuso la denuncia en la que relataba episodios de presuntos abusos y maltrato de su exmarido hacia sus hijas, entre diciembre de 2018 y marzo del siguiente. En dicha denuncia, la abogada de la mujer, entre otras cuestiones, solicitaba al juzgado la suspensión de manera temporal al progenitor del régimen de visitas, lo que el juez rechazó.
Durante la instrucción han sido claves el testimonio de una prima de la mujer y madrina de una de las niñas, y por supuesto las manifestaciones de las hijas, así como las tutoras de éstas.
La prima negó los hechos denunciados y, según el letrado defensor, de sus palabras se desprendía «la animadversión» de la denunciante y su pretensión de separar a las niñas de su padre mediante la interposición «de denuncias falsas». Según se señala en el auto de sobreseimiento, la hija mayor negó «todo hecho». Además expresaron su deseo de pasar más tiempo con su padre. De hecho, durante el tiempo que se ha instruido esta causa, el hombre ha podido pasar más tiempo con sus hijas bajo el consentimiento y aprobación de la propia madre, a pesar de la denuncia.
El juez, por falta de indicios sólidos, cierra esta causa, porque «no basta con la mera afirmación de una acusación de un hecho para que deba celebrarse un juicio».