Condiciones
empleados en España, pero no afectaría a toda la plantilla en nuestro país, sino solo a la de BBVA S. A., que asciende a 23.300 personas.
La intención del banco es que el proceso no se dilate demasiado en el tiempo. Y el coste de los despidos se financiaría con lo obtenido por la venta de la filial en Estados Unidos. Asimismo, la entidad transmitió a su fuerza laboral que afrontan este proceso con «actitud dialogante» y «con el compromiso de guiarnos por criterios de objetividad y con la voluntad de llegar al mejor acuerdo posible para todos». Este sería el primer ERE como tal que ejecuta BBVA, ya que hasta la fecha todo se había saldado con bajas incentivadas y prejubilaciones.
El gran ajuste
Caixabank, tras su fusión con Bankia, será el que acometa el proceso de salidas más abultado. Fuentes financieras apuntan a que la intención del banco es no bajar de las 7.000 salidas en su ERE, aunque según publican diversos medios esta cifra podría acercarse a los 8.000 puestos de trabajo.
El banco de origen catalán ya ha cerrado la integración legal con Bankia y está inmerso en la tecnológica y el inicio de los contactos con los sindicatos. Ayer tuvieron la primera reunión, pero no será hasta la semana que viene cuando pongan las cifras iniciales de bajas que espera acometer la entidad, así como el cierre de oficinas.
La previsión que maneja la entidad de origen catalán es que antes del cierre del primer semestre esté finiquitada la negociación, que se prevé dura dado el elevado volumen de salidas. El objetivo de la empresa es que la mayoría de las bajas sean voluntarias –la solución habitual en el sector– pero, en todo caso, el grupo no descarta tener que realizar despidos forzosos. Esto fue lo que anunció en una reciente entrevista con ABC el nuevo presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri, al tiempo que indicaba que esa posibilidad estará condicionada, en todo caso, a cómo evolucione la negociación con los sindicatos en las próximas semanas.