Intentan engañarnos con palabrejas de nuevo cuño, procedentes del inglés, visto que ya no pueden hacerlo con las usuales
MIS colegas de ABC se encargaron ayer de informarles con pulcritud literaria y sólidos argumentos de que esas homilías que de tanto en tanto lanza el presidente del Gobierno desde el púlpito de Televisión Española a la sufrida audiencia están tan faltas de contenido como sobradas de ripios. De hecho, se trata de burdas imitaciones del desternillante monólogo con el que Chico Marx trataba de vender a Groucho las claves para acertar en las carreras de caballos, a cargo de uno de esos robots humanos que están fabricando los japoneses.
No insisto, pues, en el tema, pero no puedo pasar por alto el abuso que se está cometiendo con el idioma español por parte de unos políticos que intentan engañarnos con palabrejas de nuevo cuño, procedentes del inglés, visto que ya no pueden hacerlo con las usuales. Dos en especial, empoderamiento y resiliencia, no pueden faltar en ninguna declaración de estos charlatanes de feria más que de corte, pensando tal vez que, al no conocerlas, el público va a tragárselas sin rechistar, por temor a pasar por inculto. Quienes primero echaron mano a la primera, del inglés ‘empower’ –«dar a una persona u organización autoridad legal para hacer ciertas cosas»–, fueron los nacionalistas catalanes durante el juicio que los condenó por sedición, alegando que se creían empoderados para celebrar un referéndum de autodeterminación, visto que ni el Gobierno ni los tribunales españoles se lo consentían. Que la Constitución establece una serie de condiciones para ello, que no cumplían, naturalmente lo obviaban. Pero aún hoy, y han pasado años, insisten en ello,
En cuanto a resiliencia, del inglés ‘resilience’ –«habilidad para hacerse más fuerte, sano, feliz, tras una agresión o desgracia», según el Macmillan Dictionary–, fue puesta de moda por la pandemia, y no hay político que no la use al hablar de ella y de los esfuerzos para vencerla, con el presidente a la cabeza.
Que están en su derecho, no cabe duda. Pero que intentan engañar o por lo menos confundir, tampoco. Y para verlo basta salir a la calle y preguntar si se cree empoderado para cruzar en rojo o siente resiliencia frente a la pandemia, y verán cuántos aciertan, si no le mandan a freír espárragos. De ahí que me atreva a pedir a los miembros de la Real Academia Española de la Lengua que se anden con cuidado al dar franquicia en la misma a voces extranjeras que tienen ya equivalente en español. ‘Empower’ es permitir, autorizar y algún otro sinónimo, aunque con esos dos bastan. En cuanto a ‘resilience’, resistir, aguantar, hacerle frente, lo describen perfectamente. Aunque a quien describe es a quien intenta meter un pufo de contrabando político, el más peligroso de todos. Y el más frecuente.