Las destituciones
McCammond ya había borrado los mensajes en la red social Twitter, pero eso, en un mundo digital donde cualquiera con acceso a la red y cierto dominio de Google puede ser un sabueso, no significa nada. Los pantallazos de todos esos mensajes eliminados corrieron en las redes como la pólvora, dando de nuevo vida a viejos mensajes de McCammond como: «Voy a buscar en Google cómo no levantarme con ojos hinchados tipo asiático». O «Superada por los asiáticos, nada nuevo». A una profesora de la misma raza, que al parecer le puso un suspenso en Química, McCammond le dijo: «Gracias estúpida ayudante de profesor asiática, eres maravillosa».
Después, McCammond se vio obligada a explicar lo obvio: que escribió esos mensajes cuando iba a Secundaria y tenía 16 ó 17 años, y que como es lógico se arrepentía profundamente de esa chiquillada, por la cual, además, ya había pedido perdón en 2019. No importaba, pronto reapareció una foto suya en una fiesta de disfraces vestida de india, con trenzas y una cinta en la cabeza. Más leña al fuego de la indignación.
Los empleados de ‘Teen Vogue’, cada día más molestos por no haber sido consultados sobre quién iba a ser su jefa, siguieron su campaña en redes, hablando a los confidenciales, haciendo ruido. Tan viva mantuvieron la llama de su descontento, que el oráculo de ‘Diet Prada’ se pronunció. ‘Diet Prada’ es una especie de confidencial sacrosanto de la moda, un sitio web con una cuenta de Instagram de 2,7 millones de seguidores que se dedica a supervisar a diseñadores y editores y llamar la atención a los que se pasan de la raya. Y al parecer Wintour se había pasado de la raya. En su cuenta de Instagram, ‘Diet Prada’ publicó el men
Alexi McCammond tuvo que dejar el cargo de directora de ‘Tenn Vogue’ trece días después de su nombramiento por unos viejos tuits que había borrado
Bari Weiss, tras su salida «Twitter no está en la cabecera de ‘The New York Times’. Pero Twitter se ha convertido en su más poderoso editor»
El caso de ‘Bon Appétit’ El director de una revista gastronómica tuvo que dimitir tras ser acusado de discriminar a escritores y críticos de raza negra
Tras pedir perdón por los comentarios realizados cuando tenía 16 ó 17 años, apareció una foto de Alexi McCammond vestida de india, con trenzas y una cinta en la cabeza, y volvieron las críticas saje de una periodista de moda asiática, Diana Tsui, que llamó directamente a McCammond «racista». En cuanto la marca de belleza Ulta Beauty canceló un contrato publicitario millonario con ‘Teen Vogue’, McCammond duró horas en el puesto. El 18 de marzo, trece días después de su fichaje, dimitió o, más bien, la dimitieron.
Este diario contactó con la empresa y la afectada, que no respondieron a las varias peticiones. Condé Nast, de hecho, borró de sus servidores la nota en la que informaba del fichaje de McCammond. Ahora ha nombrado directora a una veterana editora de la casa, Danielle Kwateng, algo que ha calmado a los empleados que habían criticado a la empresa.
Salidas encadenadas
A Condé Nast y a Anna Wintour se les acumulan los problemas. El año de descontento racial no ha sido bueno para la casa. En junio Adam Rapoport, que entonces era director de la revista gastronómica ‘Bon Appétit’, tuvo que dimitir después de que varios empleados le acusaran de racismo y de discriminar a escritores y críticos de raza negra. Su propia asistente le delató, al denunciar que le pedía el café «como Rihanna», en referencia al color de piel de la cantante. Finalmente, una vieja foto apareció del propio Rapoport en una fiesta de disfraces vestido como un pandillero portorriqueño: gorra, camiseta, una gran cadena plateada y la tez oscurecida. Rapoport dimitió, o fue dimitido, después de que una chef y crítica culinaria, Sohla El-Waylly, denunciara en varias entrevista el sexismo y el racismo en ‘Bon Appétit’, en todo Condé Nast y en el mundo gastronómico norteamericano en general. Una de las razones que esgrimía El-Waylly para demostrar ese racismo es que se la usaba en vídeos promocionales de la revista, para aparentar diversidad, pero sin pagarle.
El año de la protesta racial ha provocado una ola de críticas, despidos y dimisiones forzadas en grandes cabeceras de EE.UU. Una de las más afectadas ha sido ‘The New York Times’. Este año dejó su puesto uno de los especialistas en ciencia y sanidad de más renombre, Donald G. McNeil Jr., quien destacó especialmente durante la cobertura de la pandemia de coronavirus. En 2019 McNeil aceptó embarcarse en una de esas iniciativas híbridas que muchos medios organizan como método paralelo de ingresos en tiempos de crisis económi