Granada no surfea el Covid
La provincia continúa una vez más con las peores cifras de contagios. Menos teletrabajo, la contaminación y los estudiantes son las diferencias que esgrimen los expertos
La provincia de Granada tiene, según los últimos datos ofrecidos esta semana por la Consejería de Salud y Familias, la tasa más alta de contagios por Covid en toda Andalucía. Supera los 427 casos por cada 100.000 habitantes. También en la capital (424), donde la Junta se ha visto obligada a cerrar otra vez su actividad no esencial a las 20:00 horas, mientras que doce municipios han tenido que cerrarla por completo. A ello, hay que sumar que 35 localidades granadinas, y otras tantas a la espera de los acontecimientos, se encuentran confinadas desde este viernes.
Así las cosas, toda la provincia vuelve al nivel de Alerta 4. La historia se repite. Granada no es capaz de surfear las sucesivas oleadas del coronavirus. Fue la última provincia andaluza en incorporarse a la desescalada dela primera ola y yanto en la segunda como en la tercera ola, Granada ha sido protagonista por acumular un mayor número de contagios y por su lenta recuperación de cada embate que iba dando el virus de origen chino con respecto a las demás provincias andaluzas. ¿Por qué esta maldición? ¿Qué diferencia a Granada del resto?
Las razones de los epidemiólogos acerca de esta situación no están sujetas por ahora a ningún estudio, pero sí existen algunas hipótesis que pueden arrojar algo de luz a la situación granadina. Así lo cree José Martínez Olmos, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública: «Probablemente el mayor elemento diferencial es la existencia de un núcleo casi común que es el área metropolitana. La movilidad de personas al trabajo en la capital en transporte público, o en coche donde algunos pueden compartir viaje, suma probabilidades de contagio».
Una circunstancia que de solucionarse necesitaría que «se pudieran guardar medidas sanitarias en el interior de estos transportes, contando el número de personas que pudieran acceder, lo que también podría incluso afectar a las frecuencias».
Metropolitana
El área metropolitana alberga actualmente a algo más de medio millón de habitantes, el 60 por ciento del total de la provincia y, precisamente, a día de hoy, es uno de los puntos negros de Covid en Andalucía. Con muchos de sus municipios superando los 500 contagios, como es el caso de Santa Fe o Pulianas. De ahí que otra vez, como un castigo divino que no ceja, haya sido necesario de nuevo tomar medidas por parte de la Junta para el cierre de esa treintena larga de municipios de la provincia.
«A esto se le tiene que sumar el modelo de actividades productivas, que en la mayoría de los casos no permite el teletrabajo. No somos punteros en eso, como sí puede ser más el caso de Málaga. Hay menor probabilidad de contagio si trabajas desde casa que si te desplazas en transporte público a tu lugar de trabajo, por ejemplo de manufacturación, y compartes espacio con siete o diez personas durante ocho horas» explica Martínez Olmos.
A ello se le uniría el número de funcionarios y el menor peso de la administración autonómica con respecto a otras provincias, un punto de desequilibrio que puede favorecer la aparición del virus. Granada ocupa la mitad de la tabla en ese aspecto, siendo la cuarta en el ránking de la comunidad. «Contar con menos trabajadores públicos que Sevilla o la propia Málaga también significa menos teletrabajo y, por tanto, mayor riesgo».
Pero no sólo las razones estructurales de la provincia condicionan, según los expertos, las posibles razones del elevado número de contagios. La contaminación atmosférica, que diversos estudios han señalado como un factor que puede ser determinante a la hora de valorar la incidencia del virus, tendría en el área metropolitana muchas razones para tenerse en cuenta.
«Parece seguro que hay una relación entre el incremento de casos y el nivel de contaminación. La clave que se plantea es que las partículas contaminantes son capaces de transportar el virus. Algo que ya se ha visto en otras enfermedades, donde este vector, se había comprobado, posibilitaba la difusión de otros virus y bacterias. Según uno de esos estudios, se han encontrado muestras de partículas de ARN de SARS-COV2, el virus de la Covid, medidas en ambientes de algunas ciudades sobre todo industriales, en concreto de Bérgamo, Italia» explica Joan Carles March, exdirector y todavía profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública.
En ese sentido, GranadaGra y su área metropolitana encajaríanencaja perfectammente en el patrtrón planteado. NNo en vano, la cacapital es la segugunda ciudad mmás contaminadda de España en el pasado 2020, según el Observatorio de Sostenibilidad. «Es algo hipotético, pero que debería de tenerse muy en cuenta» apostilla.
Más allá del porqué, la situación crítica que se vive en la provincia, una vez más, promete alargarse en el tiempo. El alcalde de Granada, Luis Salvador, ha apuntado esta semana la necesidad de «autoprotegerse» por parte de los ciudadanos ante un escenario «muy preocupante en la actualidad».
La misma «responsabilidad individual» que la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, reclamaba ante la vuelta a la presencialidad en las aulas también esta misma semana. El retorno de miles de estudiantes que hasta ahora se habían quedado en sus lugares de origen, casi el 60% del alumnado, a los que se achacó en parte la aparición de la segunda ola, no parece el mejor augurio.
En la segunda ola, la capital estuvo a punto de tener que cerrar su actividad no esencial, situación en la que quedaron varios municipios del área metropolitana por alta incidencia. Pocos dudan de que la próxima semana se ordenará el cierre del perímetro de la capital. Aunque con una cifra mucho menor de fallecidos que hace unos meses, la provincia se enfrenta a un escenario incierto, que incluso ha ocasionado ya el cierre de algunos centros educativos esta semana.
«Tener menos empleados públicos significa menos teletrabajo y por tanto mayor riesgo»
«Parece seguro que hay relación entre el incremento de casos y la contaminación»