El jefe de la Policía protege a Cabrera en el incidente del bar
Medina Arteaga traslada al juzgado un escrito sobre la actuación policial
Alba, una niña de siete años de edad de la localidad sevillana de Espartinas, salvó el día 5 de abril la vida a su madre, que había sufrido una hipoglucemia y se encontraba inconsciente en su vivienda, por lo que la menor avisó al servicio de Emergencias 112 y esperó la llegada de la Guardia Civil mientras cuidaba a su hermana de tres años.
En declaraciones a los medios, el padre de la menor, Álvaro Serrano, explicó que él se encontraba de misión internacional en Rumanía cuando ocurrieron los hechos, si bien recordó que a su mujer le «sonó el parche» que le avisa de una bajada de azúcar y «no despertaba», por lo que Alba intentó reanimarla dándole un refresco y un sobre de azúcar sin conseguir despertarla.
Llamada al 112
Así las cosas, prosiguió, la menor cogió el móvil de su madre, que intentó desbloquear sin éxito, y en la pantalla vio la señal «S.O.S.» por lo que «apretó ahí», realizando una llamada con el 112. «Tranquilamente, la persona que la atendió supo hablarle a una niña de siete años y al ir a la planta baja de la vivienda saltó la alarma de la empresa de seguridad que tenemos contratada, que se puso en contacto conmigo desde Rumanía», ha señalado.
Asimismo, añadió que llegaron dos agentes de la Guardia Civil a la vivienda y destacó el «excelente trabajo» que hicieron y la «tranquilidad» que presentó la menor. «Uno de ellos atendió a mi mujer realizándole los primeros auxilios mientras llegaba el servicio médico y el otro se quedó con mis dos hijas hablándoles como si fuera yo, muy tranquilo».
El padre de la menor aseguró que no era la primera vez que le ocurría esto a su mujer, pero sí que le pasaba estando sola con las niñas, pero Alba «supo reaccionar estupendamente». De hecho, afirmó que estaba «muy sorprendido» por la reacción de la niña, a la que le ha dicho que «ha salvado la vida» de su madre y se ha convertido en «una heroína». «Es nuestro ángel de la guarda».
Por su parte, la madre de la menor, Nuria Domínguez, indicó que ella recuerda «poco» y sólo sabe lo que le ha contado su hija. «Sólo recuerdo que al abrir los ojos después de bastante tiempo ver a tres médicos y a la Guardia Civil, así que me asusté por mis hijas y porque no sabía qué había pasado», ha dicho y ha añadido que tras contarle los agentes cómo se había portado Alba, está «como madre súper orgullosa de ella».
El jefe superior de la Policía Local de Sevilla, José Medina Arteaga, ha hecho llegar al Juzgado de Instrucción número 13 de Sevilla un informe detallado de la actuación policial sobre el incidente que protagonizó el teniente de alcalde y concejal de Gobernación y Movilidad, Juan Carlos Cabrera, en el restaurante el ‘Principico’ de Los Remedios el pasado 6 de enero por la negativa de los responsables a ofrecerle al edil socialista y su familia una mesa para diez comensales por las medidas del coronavirus, aunque ese día estaba permitido. En las conclusiones de dicho escrito, el jefe de la Policía Local protege a Cabrera.
Tras una petición del juzgado, Medina Arteaga asegura en reiteradas ocasiones que la actuación policial en este hecho se genera por una llamada al teléfono de Emergencias 112 Andalucía y «se complementa con la información posterior que el teniente alcalde delegado de Gobernación» ofrece al jefe de la Policía Local «en una de las diferentes conversaciones telefónicas que mantuvimos aquel día» con ocasión del incendio ocurrido en una residencia de ancianos la noche del día 5. Cabrera llegó a admitir finalmente que aquel día habló con Medina.
En su informe, al que ha tenido acceso este periódico, el Servicio de Emergencias 112 Andalucía activó a Policía Local y Policía Nacional tras una llamada recibida (según registro oficial) a las 14.44 horas en la que una alertante informa sobre la ausencia de medidas de seguridad y exceso de aforo en el restaurante. Minutos antes, sobre las 14.30 horas, según narra el jefe de la Policía Local, Cabrera, «en una de las conversaciones telefónicas» entre ambos, le relata lo sucedido. Entonces, le indicó que «esperase en el lugar mientras comunicaba lo ocurrido al responsable del turno para recibirle la denuncia voluntaria por esta negativa y que comprobase que el citado establecimiento poseía hojas de reclamaciones», una decisión del propio jefe de la Policía: «No fue promovida por el teniente de alcalde ni fue ni siquiera sugerida por ello», asegura.
El jefe de la Policía Local manifiesta en su informe que los agentes trasladados al ‘Principico’ no llegaron a entrevistarse en persona con Cabrera, que se había marchado ya con su familia. A las 14.54 horas, Medina Arteaga contacta con el subinspector para trasladar la información facilitada por Cabrera, aunque en este primer momento no llegan a intervenir, quedando en las inmediaciones, dado que la unidad especializada en el control de establecimiento (Línea Verde) disponía de efectivos a partir de las 15.00 horas. A las 15.20 horas la patrulla de Línea Verde llega al lugar y se entrevista con el subinspector (uniformado) y comienza la inspección dentro del citado Plan de Inspecciones Covid19. A las 17.45 horas finalizó.
Sin embargo, el informe del subinspector actuante aquel día, al que ha tenido acceso ABC, refleja algunas contradicciones, pues admite que «siendo la 14.30 horas» se le requiere para personarse en el ‘Principico’, «ya que al parecer el delegado había tenido una incidencia en dicho establecimiento».
Es posteriormente, «cuando se tiene conocimiento que el incidente ha sido motivado por negarle el servicio de restauración, en el número de comensales que solicitaba y que en el día de hoy estaba permitido». Nada dice de la llamada del 112. La Línea Verde, en su informe, recoge la denuncia interpuesta a los responsables del bar. Se levantaron hasta seis actas por infracciones, ninguna de ellas vinculadas por saltarse las normas decretadas contra el coronavirus.
La explicación del jefe no concuerda con lo expuesto en otro informe por el subinspector actuante