Sevilla estrena un ‘vacunódromo’ con capacidad para 15.000 dosis al día
Arranca la vacunación masiva en el estadio olímpico con un ágil sistema de QR. Ayer se pusieron 1.400 con Pfizer. Serán más cuando lleguen más dosis
evilla ya tiene ‘vacunódromo’ para poder arrancar la vacunación masiva. Ayer fue el primer día que se usó el estadio de la Cartuja para inmunizar contra el coronavirus. Se empezó con la primera dosis de Pfizer a los nacidos en 1949. El proceso arrancó con un sistema más ágil que incluye el uso del código QR y un gran espacio en el que, aunque ayer sólo se citó a 1.400, tiene capacidad para inocular hasta 15.000 personas al día.
Desde primeras horas de la mañana hubo afluencia de gente en las inmediaciones del estadio, donde estaban citados mayores de 71 y 72 años, a los que se sumarán otros tantos hoy en horario de 9 a 19 horas.
SLa utilización del estadio de la Cartuja se hace en previsión de que en los próximos días llegará una cantidad importante de vacunas que permitirá coger velocidad y agilizar el proceso de inmunización contra el coronavirus, ya que se podrá incrementar el ritmo. Las 15.000 que se pongan a diario en el estadio se sumarán a las que se siguen poniendo en otros puntos de Sevilla.
Aunque ayer sólo estaba abierta el ala izquierda del estadio, está previsto que se amplíe a la zona derecha cuando haya más público. De momento se entraba por la puerta F y había 16 boxes para la inmunización de 1.400 personas.
El dispositivo esta organizado de forma transversal y con un novedoso sistema. En el acceso hay instalado un sistema de acogida llamado TurnoSAS, una serie de dispositivos que, con el
DNI, expende un ticket con un código QR, que aparece posteriormente en unas pantallas de llamada, para luego entrar en unas salas de espera hasta el acceso a uno de los boxes de vacunación donde el sanitario sólo tiene que escanear ese código. Allí, un equipo de tres profesionales de enfermería registra la dosis, hace la entrevista clínica e inocula la vacuna. Ayer había 48 profesionales sólo en ese área.
Precisamente una de las cuestiones más novedosas es que los sanitarios no tienen que buscar a la persona que van a vacunar, sino que tienen una pistola con la que acceden al código QR que lee el nombre, lo que ahorra tiempo, ya que esa tarea administrativa ralentizaba el proceso.
En la sala de espera había sillas para que el público esperara su turno y pantallas con los números. En los boxes les esperaba el personal sanitario entre los que había voluntarios, estudiantes de Medicina y Enfermería. Y luego la zona de observación, también con sillas, donde los vacunados debían esperar unos minutos también con la supervisión de sanitarios.
«Estamos deseando que nos lleguen muchas vacunas. Necesitamos que nos manden más para poder poner esto en funcionamiento», comentaba Jaime Lobato, coordinador del dispositivo de vacunación que ayer arrancó. A la espera de que lleguen más dosis están vacunando a los mayores de 70 años con las que ya tienen. En cualquier caso, la idea es que a medida que lleguen