Isaac Peral, un gran salto tecnológico e industrial
bendecido por el ordinario castrense de España como manda la tradición de la Armada. Acto seguido, la Princesa de Asturias se dirigió, acompañada por Su Majestad el Rey, hacia el submarino S-81. Junto a su amura, cortó una cinta con la bandera de España que sujetaba la botella de vino (seleccionado y embotellado por la Armada para esta ocasión) que bautizó finalmente al futuro submarino de la Armada.
Después se interpretó el Himno nacional. Finalmente, los Reyes, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía se hicieron una fotografía de grupo con la dotación de quilla del submarino S-81 cuyo comandante es el capitán de corbeta Manuel Corral.
Al acto también acudieron otras autoridades locales como el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras; el presidente de la Asamblea Regional de Murcia, Alberto Castillo; el delegado del Gobierno en la Región de Murcia, José Vélez; o la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón.
Innovación y futuro
Recuperar la capacidad de diseñar y construir este tipo de buques es un avance que coloca a España a la vanguardia de la construcción naval militar. Ahora tiene que rentabilizarlo con contratos en el exterior, esa es la tarea más difícil
Durante su intervención, la ministra Robles defendió que con el submarino S-80 las Fuerzas Armadas han sumado un hito «de proyección internacional, de ciencia, innovación, tecnología y futuro, y que reconoce el trabajo y el esfuerzo de quienes han hecho esta obra maestra». Dentro del Ministerio de Defensa hay cierto alivio pues en estos últimos tres años se ha podido reconducir un proyecto que, tras unos fallos en el diseño aparecidos en 2013, incrementó su presupuesto final de los 2.135 millones de euros iniciales a los 3.906,7 millones finales. Siempre se defendió este programa como clave para la Defensa nacional.