Fainé culpa a Brufau del contrato con Villarejo para espiar a Del Rivero
Reconocen ante el juez el marcaje a Sacyr, pero el presidente de Repsol atribuye la responsabilidad de elegir al comisario a su jefe de Seguridad
o hubo sorpresas ayer en la declaración ante el juez del caso Villarejo del presidente de Repsol, Antonio Brufau, y el expresidente de Caixabank, Isidro Fainé. Entre fuertes medidas de seguridad y acompañados de fieles y empleados, ambos acudieron como imputados por pagar a medias 389.400 euros a una empresa del polémico comisario para que investigase el pacto que fraguaban en 2011 y 2012 la constructora Sacyr que presidía Luis del Rivero y la petrolera estatal mexicana Pemex. Se trataba de un avance sobre el accionariado de Repsol que les iba a dejar a un paso de la OPA.
Según informaron a ABC en fuentes jurídicas, ambos mantuvieron una estrategia en principio, similar, pues defendieron que aquel pacto de Sacyr y Pemex era una amenaza para Repsol, especialmente en el plano internacional, frente a la que había que estar por lo menos, informado. No obstante, se desmarcaron de la elección de la empresa de Villarejo, negaron saber que él estaba detrás y conocer los
Ndetalles de su trabajo. La cuestión es que el juez les había llamado como imputados por promover ese encargo de forma «conjunta» ante una «confluencia de intereses». Y ahí, empezaron los matices.
El origen, Repsol
Fainé dejó claro que la iniciativa fue de Brufau, quien le trasladó su preocupación por la maniobra y le propuso que las áreas de seguridad corporativas de Repsol y Caixabank, accionista de referencia, se coordinasen en este asunto. El presidente de la petrolera no lo negó, pero quitó bastante hierro a aquella puesta en común que situó en torno al 10 de octubre del año 2011.
Su versión es que para aquellas fechas, ya había dado una instrucción general a todas las áreas de Repsol pidiendo estar alerta ante la maniobra de Del Rivero. Fruto de aquella directriz general, el entonces jefe de Seguridad de Repsol, Rafael Araujo, buscó y contrató a Cenyt para hacer la investigación. Después informó a su entonces responsable jerárquico, el exdirectivo Luis Suárez de Lezo y éste, a su vez, dio traslado a Brufau. Pero ese camino lo transitaron solo las generalidades, sin detalles ni sobre el proveedor ni sobre los servicios concretos que prestaba y que se ha descubierto que incluían seguimientos y tráficos de llamadas. Así, el presidente de Repsol sostiene que de la investigación sabía el qué a grandes rasgos, pero no el quién ni el cómo porque era cosa del jefe de Seguridad. Y eso fue lo que trasladó a Fainé, que minimizó de igual manera los detalles que le dieron.
De este modo, la estrategia del presidente de Caixabank pasa por depositar toda la responsabilidad de la contratación de Villarejo en Repsol. Y la del presidente de Repsol pasa por dejarla íntegra en manos del exjefe de Seguridad, a la sazón, policía retirado.
En este sentido, Brufau, pese a haber declarado que existía una gran preocupación por el avance de Sacyr y Pemex del que había alertado a todas las áreas de la compañía, afirmó que no tuvo más información sobre los avances del encargo a Villarejo. Según explicó, él no despachaba con Araujo –recordó los escalafones que les separan en la cadena de mando en la petrolera– y no debía haber nada de interés cuando nadie le pidió audiencia para informar, señalan las mismas fuentes.
Es una postura similar a la que había mantenido el jueves Suárez de Lezo, en tiempos, secretario del Consejo de Administración de Repsol además de jefe de Araujo. Declaró ante el juez que el jefe de Seguridad le dio la contratación ya por cerrada y apenas le ofreció detalles ni sobre el proveedor, ni sobre los informes que iba generando.
Aclarado así que el punto de partida del contrato fue Repsol, donde Fainé ostentaba la vicepresidencia, hubo otro matiz. A diferencia de Brufau, el expresidente de Caixabank explicó que despachaba con su jefe de Seguridad, Miguel Ángel Fernández Rancaño –otro expolicía– y que le iba contando. Eso sí, en informes periódicos que contenían dación de cuentas sobre muchos otros aspectos del área de Seguridad. No recuerda, según dijo ayer, que en alguno hubiese algún dato relevante sobre Sacyr y Pemex, y a lo largo de toda su comparecencia, vino a dejar claro que una vez el asunto estaba en marcha, él se había desentendido. Y eso, que buena parte de su declaración versó sobre la importancia de frenar el avance de Del Rivero sobre la petrolera, detallando el impacto que tendría para la energética a nivel nacional e internacional.
Punto de inflexión
En cuanto al dinero, de nuevo una coincidencia entre ambos. Que el presupuesto no se habló y que el plan fue que lo coordinasen sus áreas de seguridad de manera conjunta. Los presidentes, coincidieron, no se encargan de las facturas y las cuentas.
La declaración de Fainé y Brufau supone un punto de inflexión en esta pieza separada, pues toca al más alto nivel de responsabilidad de ambas com
Ambos incidieron en que no era su cometido supervisar ni las facturas ni los costes del encargo