Paso atrás de Nadal
El balear cede ante sus errores y ante Zverev en cuartos y pierde el número 2 del ranking
Frenazo inesperado de Rafael Nadal en los cuartos de final del Mutua Madrid Open, trastabillado por errores propios y por un Alexander Zverev al alza que se cita con Dominic Thiem en la semifinal de hoy (16.00 horas).
Inesperado porque venía el balear reconstruyéndose con pasos firmes; después de una semana estupenda en Barcelona, de menos a más para dar la matrícula de honor el último día contra Stefanos Tsitsipas, y de unos días de gracia en la Caja Mágica; inmaculado en su estreno contra Carlos Alcaraz y ante Alexei Popyrin después. También, es verdad, que quizá faltaba medir mejoría contra alguien con mayor pedigrí. Y de repente ayer, paso atrás, como el tenista definió en una conversación corta, pero analítica y sincera con la prensa.
«He estado subiendo una escalera en esta gira y a veces puedes dar un paso atrás. He hecho toda la semana muy bien, entre entrenamientos y partidos, y hoy el partido empezó igual. Pero a la hora de la verdad, en los momentos que tenía que definir el set lo he hecho todo mal: sacando para 5-2 he cometido varios errores y después en el 4-3 he tenido otra pelota de break y he fallado un drive paralelo. Las sensaciones son negativas porque esta semana es importante para mí», admitió para empezar el balear. «Durante la mayoría del primer set he sido mejor y he perdido 6-4. Es complicado de entender, más en mí, que normalmente pasa al revés, que gano cuando estoy siendo inferior. Por unos cuantos errores injustificables en los momentos en los que no había que hacerlo, me voy con un set abajo y una perspectiva diferente para él y para mí, que me espera un calvario», asume sin paños calientes.
Después de un inicio de partido sin mancha, al rojo vivo la Caja Mágica, con 4-2 a favor llegó el apagón. El servicio volvió a darle problemas, enganchado con tres dobles faltas, y la derecha comenzó a no ser definitiva al principio y a fallar después. En la cuenta final, seis ganadores y 17 errores no forzados, un bagaje insuficiente ante el alemán, campeón en esta plaza en 2018 –precisamente ante Thiem, su rival de hoy– y que parece que recupera el camino hacia las alturas. Sobre todo porque, esta vez, no cedió al desánimo ni a los nervios que atenazaban su mano en momentos grandes. Ayer, agarró firme la raqueta y enlazó golpes profundos y saques certeros para evitar el resurgir de Nadal, que se ganó su oportunidad, como siempre. El balear se levantó de tres bolas de break en el segundo set con 3-4 y se trabajó una nueva oportunidad de representar otra remontada de las suyas en la pista Manolo Santana. Pero ni su tenis ni el del alemán se lo permitieron. Poco firme el propio, férreo el ajeno.
Oportunidad en Roma
«El servicio era difícil de controlar, con una pista muy rápida, y condiciones que eran quizá más favorables para él. Ante un jugador top como él no puedes sacar el nivel mínimo. Juego contra alguien que saca a 220 kilómetros por hora, y tengo que restar seis metros atrás y aún así la pelota la golpeo a la altura del hombro», siguió desgranando el balear.
Toca seguir trabajando, expuso también. No queda otra porque Roma empieza ya y ahí se juega mucho más que el título. El lunes, para empezar, aparecerá como número 3 del mundo, desbancado por un Daniil Medvedev que poco tiene que sumar en el Foro Itálico y que podría verse favorecido para el cuadro final de Roland Garros. «Por el momento –concluyó– el resumen de la gira de tierra es simple: cuartos, campeón y cuartos. Lo demás son invenciones. Con una tónica ascendente, sí, pero perder siempre te deja una sensación negativa. Y veremos lo que pasa en Roma. El objetivo antes de Roland Garros es claro: ir a Roma y ganar Roma».
«He jugado mejor el primer set, pero en los puntos en los que había que definir lo he hecho todo mal»
«Estoy con una tónica ascendente, y el objetivo antes de ir a Roland Garros es claro: ganar Roma»