El Gobierno quiere recaudar 80.000 millones más con el alza de impuestos
La meta a largo plazo es cerrar la brecha de ingresos con la UE, de 7,2 puntos del PIB, para lo que también subirá la presión fiscal a las clases media y baja
El ministro de Hacienda de Luis XIV, Jean-Baptiste Colbert, sostenía que «el arte de los impuestos consiste en desplumar al ganso de forma que se obtenga la mayor cantidad de plumas con el menor ruido». Tras la crisis sanitaria, el ajuste para cerrar el fuerte aumento del déficit y la deuda públicos llegará a través de la fiscalidad. Así lo plasma el Gobierno en el Plan de Recuperación remitido a Bruselas hace una semana en el que apunta a una seguidilla de subidas de tributos, pasando por la supresión de beneficios fiscales, la imposición de peajes desde 2024 en todas las autovías y cotizaciones más altas para los sueldos mayores a 49.000 euros. Unos impuestos al alza que también pagarán las clases medias y bajas trabajadoras, como refleja la amplia gama de incrementos fiscales sobre más de 13 figuras que irán llegando poco a poco, año a año.
El objetivo, enunciado por el Ejecutivo en el plan, es «acercar los niveles de tributación de España a la media de los países de nuestro entorno», esto es, una brecha de 7,2 puntos del PIB entre el 39,2% del PIB que ingresa España y el 46,5% de la Eurozona: unos 80.000 millones más como aspiración. Así, si en la anterior crisis se produjo una reducción de los sueldos públicos, la congelación de las pensiones y se ajustó el techo de gasto al máximo, con 13 ministerios –el exministro José Manuel García-Margallo llegó a tildar las cuentas de 2012 como «presupuestos de guerra»–, en la actual crisis, el Ejecutivo cuenta con 22 ministerios y se compromete a elevar los sueldos públicos y las pensiones con el IPC hasta 2024. El grupo de expertos para la reforma fiscal entregará sus conclusiones en febrero de 2022 para que esta entre en vigor en 2023, pero hasta entonces el Ejecutivo desgrana un ramillete de subidas. La hoja de ruta fiscal ya está fijada.
Impuesto al diésel
Uno de los incrementos fiscales que el Ejecutivo llevaba cavilando desde 2019 es el del diésel. «En el cuarto trimestre de 2022 se revisará la imposición sobre los hidrocarburos», señala ahora en el Plan de Recuperación, añadiendo que para un mismo nivel tecnológico de motor, «la contaminación del diésel no es inferior a la gasolina». El Ejecutivo ya incluyó una subida del impuesto al diésel en el proyecto de Presupuestos de 2021, si bien el PNV la eliminó a cambio de su apoyo a las cuentas. Como fuere, el Ejecutivo «considera precisa la revisión de las bonificaciones existentes en la actualidad en algunos carburantes empleados en automoción». La equiparación total de impuestos al diésel y a la gasolina supondría 2.600 millones de euros más al año, según calculó en 2019 la Fundación Alternativas, ‘think tank’ próximo al PSOE, cuyo servicio de estudios estaba dirigido entonces por el actual presidente de los expertos para la reforma fiscal, Jesús Ruiz Huerta.
¿Impuesto al uso del coche?
Además, «deberán analizarse las figuras que gravan o que podrían gravar la utilización o disposición de vehículos o el uso de carreteras, entre otros». Precisamente, la Fundación Alternativas ya proponía en 2019 los «impuestos sobre el uso del vehículo», con «tipos impositivos variables en función de la localización, el momento del día y el tipo de vehículo». El objetivo, según el organismo, sería reducir la congestión, la contaminación, el ruido, los accidentes y el desgaste de la infraestructura .«En el cuarto trimestre de 2023 se realizará la revisión de otras figuras que inciden sobre la movilidad sostenible», añade el Plan de Recuperación, sin detalles.
Circulación y matriculación
Antes, el Gobierno recoge que «en el primer trimestre de 2022 se analizarán y revisarán los impuestos sobre matriculación y circulación». ¿La intención? En sus palabras, adaptarlos «a estándares medioambientales». El impuesto de circulación, de titularidad municipal, recaudó 1.771 millones de euros en 2019, mientras que el de matriculación ingresó 616 millones.
Impuesto a billetes de avión
También abre el Gobierno la puerta a elevar la presión fiscal a los viajes en avión, ya que se compromete a «revisar la fiscalidad del sector aéreo para actuar sobre las emisiones de esos sectores». Hacienda ya publicó en febrero de 2020 un proyecto para crear un impuesto a los billetes de avión. Sin embargo, poco después estalló la pandemia y ante la interrupción de la movilidad y el turismo, el plan se metió en un cajón. Según lo recogido por el Ejecutivo, ahora este plan podría resucitar. Un informe de la Fundación Alternativas elaborado, entre otros, por Xavier Labandeira, experto en el grupo de sabios de la re