El mejor broche posible exige toda una hombrada
El Coosur Betis, que ultima la salvación, recibe al Barça, un rival mayúsculo
Partido a partido, bajo el manto protector del presente inmediato y con las luces de cruce activadas, sin atender nada más que a la próxima curva, que se llama Barcelona. De ese discurso, que tan bien le está funcionando, no se quiere desviar Joan Plaza, que en todas las comparecencias de prensa no deja de remitirse al siguiente pleito, a las doce victorias como objetivo prioritario y la necesidad de mantenerse alerta, en tensión, aparcando la tentación de los festejos por la permanencia antes de tiempo. «Aún no hay nada que celebrar», enfatizó, rotundo, el viernes.
En ese mensaje reincidió varias veces como temiendo que el equipo pudiera relajarse lo más mínimo ahora que el trabajo está casi finiquitado, a falta de la rúbrica, que bien podría lograrse por el acierto propio o el yerro ajeno. Dicho de otro modo: al Coosur Betis le basta con una victoria más para superar el listón matemático de la permanencia o bien que el Movistar Estudiantes, al que sólo le restan dos jornadas, hinque la rodilla una vez más. A la misma hora del choque en San Pablo, los colegiales reciben al Obradoiro, así que a eso de las tres podría ya ser oficial la continuidad del Coosur Betis en la ACB.
Plaza, nada conformista, quiere hacerse acreedor de la permanencia por sus propios méritos y ello pasa esta jornada por la hombrada de tumbar a este Barcelona de larga eslora, múltiples recursos y toneladas de calidad que sólo ha perdido cuatro veces esta temporada en la ACB, viene de ganarle el jueves al Monbús Obradoiro en el Palau y con el pecho hinchado tras visar el billete para la Final Four de la Euroliga después de una exigente batalla a cinco asaltos con el Zenit. Ganarle al Barça y sumar así las doce victorias sería el mejor colofón posible para el conjunto verdiblanco.
A priori, parece misión harto complicada, pero en el deporte de alta competición todo es posible y ningún resultado es descartable. Con la salvación casi amarrada, la buena dinámica en las últimas diez jornadas (seis victorias) y el plus de motivación que debe suponerles a los jugadores medirse a un equipo del calibre del azulgrana, el
Coosur Betis podría jugar más liberado de responsabilidad, sin tanta presión sobre sus hombros... siempre que ello no incurra en relajación.
Perfección
El Barça exige un compromiso colectivo superlativo, una defensa pluscuamperfecta y un ataque quirúrgico, de altísimos porcentajes. Sin esa triple combinación, y algún otro condimento indispensable en el guiso como el dominio del rebote, es altamente improbable que claudique el Barça, un equipo sobrado de talento y capacitado para adaptarse a diferentes ritmos de partido y escenarios. De baja o alta anotación, igual le da a este Barcelona que tan sobrado de recursos va. El último en integrarse a tan sofisticado vestuario ha sido Pau Gasol, leyenda del baloncesto español, un mito que ha regresado a su casa veinte años después, tras una soberbia carrera tanto en la NBA como en la selección, con la mirada fijada en los Juegos de Tokio. El mayor de la legendaria saga, que paulatinamente va adquiriendo el ritmo de competición, está promediando 9,4 puntos, 4,2 rebotes y 1,2 asistencias en quince minutos. El solo hecho de verlo jugar de nuevo en España, cuando ha alcanzado la barrera de los cuarenta años, es ya un privilegio. Un lujo.
El brillo de la plantilla azulgrana, cuyo fondo de armario es interminable, no debe cegar al Coosur Betis, al que su entrenador le pedirá lo que habitualmente: que no se ahorre ni una
VÍAS
Ganando al Barcelona o con una derrota del Estudiantes, el Betis está salvado
Entrenador:
Joan Plaza.
Banquillo:
Randle (1,78, 2); Kay (2,06, 3); Borg (1,84, 6); Magassa (2,03, 21); Ouattara (1,92, 24); Tisma (2,05, 23); Torres (1,88, 33); Jordan (2,15, 45). Bajas: no hay. Todos los jugadores disponibles. sola gota de sudor, que el esfuerzo no se negocie y tenga la dureza mental necesaria que requiere un rival de estas características para no irse del partido en los momentos más delicados, que los habrá. Y que no se encoja, porque la timidez está reñida con la competitividad. Si hay que perder, la idea
F. C. BARCELONA
Entrenador:
Sarunas Jasikevicius.
Banquillo:
Westermann (1,98, 2); Hanga (2,00, 8); Smits (2,06, 10); Pustovyi (2,19, 14); Pau Gasol (2,15, 16); Kuric (1,93, 24); Claver (2,08, 30). Bajas: Davies y Higgins tienen las fichas desactivadas. verbalizada por el propio Plaza es que el Betis termine siendo mejor equipo que cuando empezó el partido.
Será interesante comprobar cómo se desenvuelve ante la defensa más coriácea de la ACB, la del Barça, que permite a sus rivales apenas 73 puntos. Es un equipo muy físico ante el que, uún sin Plaza en el banquillo, el Betis se enredó en el Palau, chocando una y otra vez contra el muro azulgrana. Sólo pudo hacerle 53 puntos con un 20 por ciento en el tiro de dos. Pero el Coosur Betis ha mejorado mucho y hoy tiene una bonita oportunidad de reivindicarse y probarse hasta dónde le alcanza su nivel de juego ante un candidato al trono de la Euroliga.
El Barça supone un examen durísimo. Una cita así precisa la mejor versión de los alfiles verdiblancos en la anotación (Feldeine, Ndoye, Kay, Randle...) y de los especialistas, que no actores secundarios, en la intendencia (Borg, Jordan, Spires, Almazán...), imprescindibles para que el equipo adquiera solidez y consistencia. Aunque hoy puede certificarse la salvación, al Betis aún le quedarán dos partidos más, ante el Fuenlabrada (19 de mayo) a domicilio y el Gran Canaria en casa (día 23), por si la combinación de resultados buscada no se diera antes. Plaza y el Betis quieren ya la victoria número doce, la de la tranquilidad, para evitar más sufrimientos.