Las licencias, para otros
El toro que
El alcalde de Pontevedra ha estado más de veinte años ocupando una casa sin licencia municipal. Récord mundial entre excelentísimos. Que se note quién manda
Veintidós años llevaba Fernández Lores viviendo en una casa sin liciencia de ocupación. La levantó en 1998 y hasta el verano pasado no consideró oportuno solicitar el permiso. Bueno, en realidad fue su mujer, María José Pedrós, la que rellenó los papeles, seguramente para despistar y que no quedara constancia de que el excelentísimo señor alcalde de Pontevedra lleva más de dos décadas viviendo de manera irregular, en ‘excelente’ incumplimiento de las ordenanzas que prohíben «terminantemente» a los titulares de un edificio ocupar la casa sin esa licencia. No terminan ahí las trampas de Fernández pues la normativa también prohíbe la conexión de abastecimiento de agua, saneamiento o electricidad sin el papel que, ¡vaya por Dios!, le faltó durante veintidós años a los Fernández Pedrós. También incumplía la Ley de Suelo de Galicia. Seguimos para bingo. Mucho tiempo para considerarlo un simple olvido, sobre todo porque ha ido haciendo reformas que pasaban el corte de los técnicos como si nada. Y qué casualidad que, coincidiendo con la regularización, el alcalde firmara un convenio con el Colegio de Arquitectos «para agilizar la tramitación de licencias y ganar en transparencia». El alcalde transparente de la licencia inexistente.