Herido un agente de un botellazo, en una madrugada intensa para la Policía Local
bar, se podía apreciar a seis personas en el interior. En Sevilla, según el BOJA, no se podrán reunir ocho personas en el interior de los locales y diez en el exterior, al menos, hasta el día 13.
No obstante, la Policía Local, que a las once de la noche envió un mensaje a través de las redes sociales para recordar que ha llegado el momento de la responsabilidad de cada uno para seguir luchando contra el coronavirus, mantuvo durante la madrugada del domingo rondas para comprobar el cumplimiento del horario de cierre de locales en diferentes zonas de la ciudad.
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La madrugada de ayer eran las primeras horas, desde octubre, sin limitaciones para estar por la calle, lo que se convirtió en un turno intenso para la Policía Local. No habían pasado ni media hora desde la medianoche, cuando los agentes tuvieron que detener a un joven de 22 años por agredir a otro con un cristal en el cuello en el interior de una discoteca ubicada en la calle Sociología, de San Jerónimo.
En el momento en el que los agentes se identificaron como tales, el detenido arrojó una botella de cristal contra uno de ellos impactando en la cabeza del mismo, causándole lesiones de las que fue atendido en un centro asistencial.
Tanto el varón agredido, de 27 años, como el agente atacado, recibieron el alta médica tras la asistencia inicial. El primero requerirá otras asistencias posteriores. De otro lado, el detenido fue puesto a disposición judicial.
La segunda actuación de relevancia en la noche del pasado sábado tuvo lugar en la zona de Sevilla Este. En las inmediaciones de la Autovía A-4, la Policía Local identificó y denunció a cuatro jóvenes que iban subidos en el capó de un turismo en marcha y consumiendo bebidas alcohólicas, con el consiguiente riesgo de caída a la calzada. La gamberrada no fue a mayores.
Por último, durante las primeras horas de la noche, los agentes efectuaron controles para el cumplimiento de los horarios por parte de los bares de copas, teniendo que desalojar y precintar un establecimiento en la calle Torcuato Pérez, en la zona de Pio XIII, que seguía funcionando a puerta cerrada.