La calle Dormitorio, con granito, sin aceras ni aparcamientos
El Ayuntamiento ha puesto ya en servicio esta vía del Centro tras las obras de mejora
e la misma manera que el refranero nos alerta sobre los peligros de la ociosidad —‘cuando el diablo no tiene nada que hacer, con el rabo mata moscas’— la experiencia nos enseña que cuando las instituciones y sus responsables no tienen iniciativas que ofrecer, dibujan castillos en el aire, inventan reinos de fantasía y venden utopías inalcanzables con las que pretenden engatusar al respetable y dar sensación de feroz actividad. A falta de proyectos tangibles, ideas ilusionantes y realidades palpables, el Ayuntamiento, reconvertido ahora en lanzadera electoral del alcalde en sus pretensiones autonómicas y en mosqueante lugar de peregrinaje de solícitos ministros socialistas que antes le habían negado siempre a Sevilla el pan y la sal, ha vuelto a sacarse de la manga el famoso Plan de Movilidad Urbana Sostenible, un por aquí te quiero ver de mucho cuidado, con el que pretende crear el espejismo de un futuro verde y paradisíaco, sin problemas de tráfico, con aparcamientos para todos, polución cero, supermanzanas, autobuses y metros por doquier, todos en bici y mucho ‘don’t worry, be happy’.
El susodicho PMUS, que no tiene presupuestos, ni plazos de ejecución, ni contempla sanciones en caso de incumplimiento, (entre otras cosas porque obligaría a multar al propio Ayuntamiento, que se supone que es el que tiene que cumplirlo), viene a ser como esos planes estratégicos que nos han estado vendiendo durante años sin que jamás le hayamos visto la punta a nada. Todo un brindis al sol, una mera e inútil declaración de intenciones buenistas, una carta a los Reyes Magos o lo que, en mi pueblo, sin tantas florituras, llamarían un ‘pa na’. Una pérdida de tiempo, de ingenio y de energías con objetivos teóricos muy bonitos y muy idílicos que dan mucho juego para discutir sobre el sexo de los ángeles pero que no aportan nada a unos ciudadanos hartos de chorradas y fantasías que solo reclaman a sus representantes que echen pie a tierra, asuman la realidad y dejen de matar moscas con el rabo.
DEl Ayuntamiento de Sevilla, a través de la coordinación de la Gerencia de Urbanismo, Emasesa y el Distrito Casco Antiguo, ha concluido las obras de reforma integral de la calle Dormitorio, en el Centro de la ciudad, dentro del plan de inversiones para la reactivación económica, mejora de la accesibilidad y acondicionamiento del viario público. El Consistorio explicó ayer que la calle Dormitorio presentaba hasta la fecha unos acerados irregulares que se diluían desde la plaza del Cristo de Burgos hasta desaparecer en su confluencia con la calle Alhóndiga junto a diversos parcheados sobre la calzada de asfalto, lo que dificultaba el tránsito de personas con movilidad reducida y provocaba embolsamientos de aguas pluviales. A través de esta intervención integral, la nueva calle Dormitorio presenta un diseño en plataforma única que elimina los acerados, reserva espacios de refugio para peatones que evitan el aparcamiento indiscriminado y prioriza el paso de personas ante el vehículo privado que tendrá una limitación de velocidad de 20 kilómetros por hora.
Plataforma compartida
La plataforma compartida llega a dimensiones de 4,5 metros entre fachadas sobre una base de zahorra artificial y solería de hormigón. En sustitución de la anterior capa de asfaltado se ha colocado un pavimento que favorece la accesibilidad a la vez que mejora la estética y el patrimonio en base a piezas de granito tradicional.
Asimismo, se han acondicionado además las confluencias en la intersección con Cristo de Burgos a través de piezas de terrazo hexagonal similares a las existentes de tal forma que se establece un itinerario peatonal que comunica con Ortiz de Zúñiga.
La zona de paso de tráfico presenta un ancho de 2,5 metros delimitada por piezas singulares de dimensiones y colocación diferentes. Previamente, Emasesa ha sustituido el sistema de suministro de aguas a partir de piezas de hormigón y hierro fundido datadas de la década de los 50 del siglo pasado que se encontraban obsoletas.