¿Cerrar para preservar?
en España. Por tanto, es buen momento para felicitar al pueblo filipino. Precisamente Sevilla tiene estrecha relación con la Historia de Filipinas, que formó parte de la Corona de España durante cuatro siglos. El antiguo Hospital Militar tenía el nombre del médico malagueño Rogelio Vigil de Quiñones, que atendió a los españoles defensores de Baler, los últimos de Filipinas. Y en la avenida de la Palmera encontramos el Consulado de Filipinas, junto al Seminario Metropolitano. Curiosa coincidencia, pues la presencia española en Filipinas fue principalmente misionera. Porque la historia de Filipinas se comprende si se conoce que tanto la lengua española como la religión católica fueron los elementos que cohesionaron, que unieron, que están en la base de la identidad filipina.
Al hilo del reciente y sorpresivo cerramiento de la plaza José Luis Vila, en pleno Casco Antiguo, y vistos los motivos aducidos para ello por vecinos y autoridad municipal, como residente por muchos años de la Alameda de Hércules solo me queda solicitar al Ayuntamiento de Sevilla, por las mismas razones multiplicadas por 10 (botellonas, ruidos, aglomeraciones, molestias de todo tipo, evacuación continua de orines, vomitonas y rotura de vidrios junto a parques infantiles, deterioro del equipamiento urbano...) y puesto que el número de vecinos afectados es muy superior, que se proceda también al cierre perimetral de la Alameda, incluso usando esa valla carcelaria —tan acorde a la estética y al criterio de Urbanismo— colocada en la zona interior de la plaza José Luis Vila. Todos los vecinos de la histórica Alameda quedarán agradecidos y aliviados.