Sevilla refuerza su candidatura al Congreso de Astronáutica 2024
El encuentro tendría un impacto de 15 millones de euros y unos 6.000 asistentes a la ciudad
Como el Ayuntamiento la ha pifiado en toda regla y nos ha dejado a la intemperie y sin una mínima sombra donde guarecernos de un Lorenzo tan despiadado como inmisericorde, algún listillo se ha quedado este verano sin poder alardear de cultura sevillita explicándole muy serio al primer incauto que coja por banda el por qué en esta tierra de María Santísima hemos llamado siempre velas a lo que los demás llaman toldos. Bueno, los demás y los papafritas municipales que, obsesionados con vender la ciudad y sus maravillas para que la invadan las hordas turísticas de bermudas y chancletas, aunque se deshidraten deambulando agónicas, exhaustas y pegajosas bajo solaneras inclementes por calles tórridas mientras reniegan y juran en arameo, han apostatado de la historia y las tradiciones más cabales y sagradas y de los más elementales manuales de supervivencia que recetan hidratación continua y lugares umbríos tanto para guiris como para el personal autóctono. Sabido es que aquí llamamos velas a los toldos porque en origen eran literalmente viejas velas de barco extendidas sobre mástiles y remos o amarradas con cabos y motones a fachadas y balcones para izarlas o arriarlas según apretaran las calores. De ahí, degenerando, hemos llegado a las grandes lonas industriales de hoy, instaladas a piñón fijo en las calles del Centro por empresas especializadas y que se suponían asumidas como un servicio público imprescindible en una ciudad tan asfixiante como Sevilla. Se suponía hasta que, degenerando todavía más, este Ayuntamiento, con su alcalde de quita y pon a la cabeza, ha batido todos los récords de apatía, torpeza administrativa e incompetencia burocrática y ha conseguido dejarnos sin velas ni toldos ni ná de ná. Todo un alarde de imprevisión y negligencia, un descalabro sin paliativos que, por más que culpen a la informalidad de las empresas, constituye, junto al inmenso e irreparable disparate urbanístico de la avenida de la Palmera un, otro, sonrojante motivo de bochorno colectivo. Y lo del bochorno, en este caso, no puede ser más literal.
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, mantuvieron recientemente una reunión de trabajo con una delegación de la
Federación Internacional de Astronáutica con el objetivo de reforzar la candidatura de Sevilla para el Congreso Internacional de Astronáutica de 2024 que tendría un impacto económico de 15 millones de euros y una previsión de asistentes al congreso de unas 6.000 personas.
En este encuentro, que forma parte de la visita que está realizando la delegación internacional a la ciudad, mostró su apoyo expreso y compromiso con la candidatura el Ministerio de Ciencia e Innovación.
Además, también estuvieron representados el Instituto Nacional de
Técnica Aeroespacial, el Cluster de Andalucía Aeroespacial, FADA CATEC, el Foro Andalucía Aeroespacial y Contursa.
El Ayuntamiento de Sevilla, a través de Contursa y en coordinación con el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial ‘Esteban Terradas’ del Ministerio de Defensa, lleva trabajando más de un año en la candidatura para albergar en Fibes el 75 Congreso Internacional de Astronáutica en 2024, que organizan la Federación Internacional Astronáutica (IAF), la Academia Internacional Astronáutica (IAA) y el Instituto Internacional de la Ley del Espacio (IISL).
Este evento permitiría impulsar la estrategia municipal de apoyo a la industria aeronáutica y captación de inversiones y además tendría un elevado impacto económico directo. Concretamente, se prevé la asistencia de más de 6.000 personas durante un periodo de entre ocho y diez días, con un impacto económico de 15 millones de euros.
Respaldo del Gobierno
Con este nivel, sería el congreso de mayor relevancia de cuantos se han celebrado en Fibes. La candidatura de Sevilla se defenderá en el Congreso Internacional de Astronáutica que este año se celebrará a finales de octubre en Dubai, donde competirá con otras capitales de distintos países del mundo. Cuenta en este proceso con