Una remodelación para frenar a la nueva izquierda tras el fiasco del 4-M
∑Los socialistas reconocen que sacaron lecciones de esa derrota y buscan votos tentados por otras izquierdas ∑Unidas Podemos cree que se trata de un Gobierno electoral para no dejar espacio a Yolanda Díaz e Íñigo Errejón
La dura derrota del PSOE en las elecciones del pasado 4 de mayo en la Comunidad de Madrid es el elemento disruptivo que ha supuesto un cambio en la legislatura. No solo por la dimensión del batacazo socialista, sino por los hechos concatenados que lo produjeron: espacio alternativo a su izquierda y reagrupamiento en la derecha. La combinación de ambos es un peligro real para los socialistas.
En la sala de máquinas del socialismo nunca han considerado extrapolable el resultado madrileño al resto de España. Especialmente porque no en todos los territorios existe una fuerza alternativa de izquierdas a Unidas Podemos como Más Madrid. Pero la reagrupación de la derecha en dos siglas en lugar de tres sí parece estructural. Y el consenso de sondeos publicados después de las elecciones autonómicas sus competidores electorales.
Algo se está moviendo en ese sector político. Todo el espacio a la izquierda del PSOE se encuentra en una fase de corte casi refundacional. Primero con el reto de sobrevivir al adiós de Pablo Iglesias como su referente. Y a los hándicaps que supone su marcha, como la menor trascendencia mediática de sus mensajes. Algo que en el cuartel general morado ya están empezando a sentir en sus análisis sobre la información publicada.
En el entorno de Pedro Sánchez siempre pensaron que, pese a su desgaste, Iglesias era un anclaje fundamental para que ese espacio político tuviese tirón. Pero su marcha también les genera problemas. En los análisis socialistas estaba muy estudiada la mala valoración que el antiguo líder de Podemos tenía entre su electores. Eso garantizaba un blindaje a la base electoral socialista por efecto rechazo a Iglesias. Pero el 4-M demostró que hay un sector de la izquierda descontenta y dispuesta a no ser fiel a las siglas del PSOE. Tocando las teclas adecuadas, puede haber agua en la piscina del descontento.
Y es ahí donde entra la figura del nuevo Unidas Podemos en torno a la figura de Yolanda Díaz. Los últimos datos del CIS ya con ella como vice