De la Sevilla eterna a La Moncloa
∑El que fuera director de Seguridad del Ayuntamiento que ordenó aforar las calles en Semana Santa es ahora el hombre fuerte de Pilar Llop en Justicia
a sido durante años uno de los personajes con más poder de Sevilla, aunque casi siempre en la sombra, y ahora es uno de los hombres fuertes de la Moncloa. Rafael Pérez es actualmente el principal asesor de la nueva ministra de Justicia, Pilar Llop, hasta ahora presidenta del Senado. Pero hasta hace apenas dos años era quien mandaba en la seguridad de la ciudad de Sevilla. Lo hizo primero con Alfredo Sánchez Monteseirín y recuperó el puesto con Juan Espadas. En el intervalo de Juan Ignacio Zoido como alcalde regresó a su puesto como guardia civil. Pero durante muchos años Pérez ha sido el responsable del Centro de Coordinación Operativa del Ayuntamiento, el famoso Cecop, que ordenó todas las medidas de seguridad que ahora son tradición en la Semana Santa y la Feria. Él se encargó de colocar los macetones en la Avenida para impedir el paso de vehículos después del atentado de Las Ramblas en Barcelona,
Hdictó la ‘ley seca’ en la Madrugada para poner fin a las famosas ‘carreritas’, aforó calles para controlar las bullas en determinados puntos álgidos de las cofradías... Y, sobre todo, aguantó siempre sin inmutarse todas las críticas que le llegaban de los sectores afectados por sus decisiones.
No puede decirse de él que haya sido nunca una persona tibia o perfilera. Sus actuaciones han sido polémicas casi siempre y él ha aceptado ese rol con valentía, pero también con los reparos de muchos profesionales de los cuerpos de seguridad que nunca han entendido su imagen de solvencia. Muchos le achacan una querencia excesiva al mando que no se corresponde con su formación. Y no fueron pocas las veces en las que el comisario jefe de la Policía Nacional en Sevilla o el general al mando de la zona de la Guardia Civil se quejaron de su sobreactuación en la elaboración de planes de seguridad cruciales para la ciudad. El ejemplo más claro fue el cierre de bares durante la Madrugada y la prohibición de vender hielo en los alrededores de la Feria para evitar la botellona en la portada.
Este posible exceso de celo policial del que se quejaban los altos mandos de los distintos cuerpos de seguridad chocó siempre con la confianza que tuvo en él el delegado de Seguridad, Juan Carlos Cabrera, su principal valedor durante su segunda etapa en el Ayuntamiento. A él le confió el diseño de un plan para vigilar las calles en Semana Santa con cámaras y megafonía. Rafael Pérez llegó a ser el factótum policial de Sevilla y, pese a las críticas de cofradías y hosteleros, estaba muy consolidado en el puesto.
Pero en enero de 2020 recibió una llamada que le permitió ascender a Madrid. Se trataba de Pilar Llop, una juez especializada en violencia de género que a finales de diciembre había sido elegida presidenta del Senado a propuesta del PSOE. Ella es natural de Zaragoza, pero sevillana de adopción. Ha vivido muchos años en Triana porque está casada con el sevillano Javier Gómez Ramallo, que fue presidente del Colegio de Aparejadores de Sevilla durante varios años. Llop le ofreció entonces al director del Cecop un puesto como principal asesor de la Presidencia de la Cámara Alta y el sevillano no lo dudó. Desde hace casi dos años es la sombra de la nueva ministra de Justicia. Los cambios que ha hecho Pedro Sánchez en el Gobierno restan poder al PSOE andaluz en el Ejecutivo, pero se mantiene en el Gabinete de la Presidencia Francisco Salazar y ahora se incorporará al núcleo duro Rafael Pérez. De momento la ministra no ha nombrado a su equipo en Justicia, pero nadie duda de que su persona de mayor confianza estará en él.
Los allegados a Pérez cuentan que los retos del Gobierno no le asustan y hasta bromean: «Si ha podido con la Sevilla eterna, podrá con lo que le echen».
Rafael Pérez tomó muchas decisiones controvertidas en Sevilla, pero su trabajo fue decisivo para evitar viejos problemas cívicos