Subrayó que se ha limitado a seguir la política marcada desde La Moncloa
Santos asume el rol de Ábalos en Ferraz
didad: «Estas cosas ni se pueden pedir ni se pueden rechazar», señaló, en una frase que rápidamente se interpretó como alusión a las ambiciones de Redondo. Bolaños lo negó pero la enorme satisfacción que visibilizaron él mismo, Lastra, Cerdán o Calvo evidenciaron la importancia de lo sucedido para los críticos con el exdirector del gabinete de Presidencia.
De todos los salientes solo la exvicepresidenta primera se fue sin dar muestras de decepción. No pidió irse, pero estuvo al corriente de las intenciones del presidente. «Es el traspado más amoroso de la historia de la política», dijo ayer para referirse a Bolaños por su «lealtad: «El presidente deja este ministerio en las mejores manos.
José Luis Ábalos renunció ayer formalmente al puesto de secretario de Organización del PSOE. Cargo que venía desempeñando desde hace algo más de cuatro años, tras la victoria de Pedro Sánchez en las primarias de 2017. Su marcha se precipita a tres meses de que el PSOE celebre el Congreso Federal que él iba a coordinar y que tendrá lugar en Valencia entre el 15 y el 17 de octubre. Santos Cerdán asumirá desde ya las competencias de la secretaría de Organización.
Me voy agradecida y tranquila». Su sustitución por Bolaños no es un cambio cualquiera y eso dulcifica el final de Calvo. Hasta cierto punto era un relevo natural y generacional. En Ferraz no se oculta la satisfacción. Solo la salida de Ábalos deja en algunos un amargor de injusticia. Pero todos asumen que el presidente está revolucionando sus equipos y que el Gobierno es solo la punta del iceberg.
Diáfano como siempre fue Miquel Iceta, que dejaba Política Territorial para pasar a Cultura en lo que significa una clara caída política: « Siento mucho dejar este ministerio, lo quiero decir así de claro, aquí hemos puesto mucha ilusión y muchas horas». En su equipo y en el PSC no se imaginaban este revolcón. Hay incredulidad aunque no se cuestiona la decisión ya que ahora tienen dos miembros en el Gobierno, uno de ellos al frente de Transportes y sus importantes recursos para Cataluña.
Sin embargo, esta comunidad fue la gran ausente en este traspaso. Ni Iceta tuvo palabras para ella ni su sucesora, Isabel Rodríguez, que además será la nueva portavoz del Gobierno. De hecho, este cambio entraña una apuesta de Sánchez por rebajar el peso mediático de la negociación con Cataluña ante el fuerte malestar que desata en otros territorios.
También hubo lamentos en la salida de la titular de Exteriores, Arancha González Laya, quién tachó el día de «agridulce». No fue delicado Albares al sustituirla subrayando que a España no le pueden ir las cosas «bien dentro» si no hace las hace «bien fuera».