Reparar las relaciones con Rabat, prioridad tras la crisis de Ceuta
Albares llega con ideas claras y consciente de que la pandemia le hará cambiar de planes Morant pide un pacto por la ciencia, «palanca de la recuperación de España»
Reforzar las relaciones con Marruecos, promover España como un país seguro para los turistas y estrechar lazos con Estados Unidos. El nuevo ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, llega al Palacio de Santa Cruz con unos objetivos claros y la intención de ponerlos en marcha lo antes posible. Así lo expresó ayer en la sede del ministerio, tras el intercambio de carteras con la ministra saliente, Arancha González Laya, a quien nombró su asesora personal.
Entre las prioridades de Albares se encuentra la necesidad de «reforzar las relaciones especialmente con Marruecos». Lo dijo ayer nada más comenzar su discurso y sin hacer mención a la operación Gali, que el pasado mes de abril originó una crisis diplomática y migratoria sin apenas precedentes con Marruecos. Un conflicto que España todavía no ha podido resolver.
Diplomático de carrera y curtido en política como «sherpa» de Sánchez, Albares comenzó su intervención hablando de Marruecos con un propósito claro: consciente de que este país personalizó en Laya el conflicto de Gali y sabiendo que desde Rabat están pendientes de cualquier declaración del Gobierno, y especialmente del nuevo ministro de Asuntos Exteriores, Albares aprovechó el acto de ayer para lanzar un mensaje de acercamiento al «gran amigo» de España, a su «vecino del Sur».
Subrayó la necesidad de «ofrecer seguridad» y «hacer frente a los movimientos migratorios», para lo que «hay que trabajar con nuestros aliados y amigos».
«Hay cosas que podemos hacer solos dentro del ministerio, pero tenemos que trabajar en equipo con otros ministerios», afirmó Albares, al tiempo que introdujo su segundo reto: «Hay que explicar al mundo que España es un lugar seguro para poder venir a pasar el verano». Destacó que estamos «a la cabeza del mundo en cifras de vacunación».
Albares destacó la condición de España como país mediterráneo, pero también «somos un país atlántico». Deslizó así que la afinidad de España con la Administración Biden tiene que ser una ventaja, un puente para estrechar lazos con Estados Unidos. Una relación que en estos momentos podrían ser claramente mejores.
Albares es consciente de que desembarca en Exteriores en momentos «muy difíciles» por el Covid-19, que advirtió que puede derivar en una «crisis diplomática» si no se gestionan bien los «desequilibrios» que pueden producir la pandemia y la gestión de la vacuna. Por ello, asume que sus planes y los retos del ministerio variarán dependiendo de las necesidades de España. Albares sabe que queda mucho por hacer y recomponer. Con energía y prudencia, concluyó su intervención alentando a trabajar duro con un «manos a la obra».
Diana Morant recogió ayer la cartera de Ciencia, Innovación y Tecnología de manos de su predecesor, Pedro Duque, de quien hereda el reto de aprobar la reforma de la Ley de la Ciencia, aún en consulta pública, y de gestionar un «presupuesto histórico», un 60 por ciento superior al anterior y que cuenta con el respaldo del Plan de Recuperación europeo.
La exalcaldesa de Gandía expresó su compromiso ante el «reto vital» de «priorizar» la I+D+I como «palanca de la recuperación de España». Para ello, insistió en la necesidad de un pacto por la ciencia que responda a «un compromiso político estable».
Morant hizo hincapié en que la pandemia del Covid-19 ha dejado «dos certezas»: que «la ciencia es la respuesta» –y la vacunación «el primer paso hacia la recuperación»–, y que «la innovación es la mirada» para abordar la transición ecológica y digital.
Igualmente, se comprometió a mejorar las condiciones laborales y la estabilidad de los investigadores, y retener el talento en nuestro país. La nueva ministra recordó a la «estudiante de telecomunicaciones que algún día fui, muy sola en un aula eminentemente de hombres» y señaló su intención de devolver la ilusión a las mujeres, «invisibilizadas en la ciencia durante siglos».