Díaz-Canel niega la represión en plena ola de detenciones en Cuba
llegaron a apedrear los coches policiales y las tiendas que venden en dólares, como respuesta al descontento social que existe, sobre todo porque estos mercados han acentuado la miseria y las desigualdades sociales. En ellas, se ofertan productos a los que la mayoría de la población no tiene acceso. Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Ciego de Ávila y Granma reportaron violentos enfrentamientos entre la población y los militares, con saldo de varios heridos.
Desde el inicio, el régimen desplegó a los cuerpos represivos para disolver las manifestaciones: Policía Nacional Revolucionaria, seguridad del Estado, tropas guarda fronteras y otros efectivos de las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior, algunos de los cuales estaban vestidos de civil y portaban palos, piedras y otros instrumentos para agredir a la población. También se observaban despliegues de decenas de militares de las Brigadas Especiales, conocidos como «boinas negras», quienes portaban armas largas y perros.
En La Habana, el fotógrafo español
Ramón Espinosa, reportero de la agencia AP, fue fuertemente agredido por militares y paramilitares. También en la capital del país, las Brigadas de Respuesta Rápida, armadas y orientadas por la seguridad del Estado, acorralaban a los manifestantes pacíficos, a quienes llamaban «gusanos», «mercenarios» y otros calificativos de odio.
Vivir en una Cuba libre
«Estoy aquí porque soy cubano y estoy cansado de tanta miseria, de tanta represión. No es solo el trabajo que nos hacen pasar, es también la humillación, porque nos humillan constantemente. No quiero irme de Cuba, quiero vivir en una Cuba libre (…). Nadie nos paga, a ellos (a quienes nos reprimen), sí les pagan, ellos son agentes, les pagan un salario por hacer eso (…). Estamos pidiendo libertad para Cuba, que se acabe el hambre, la represión, la dictadura, no más miseria», declaró uno de los jóvenes manifestantes en La Habana Vieja. Moisés, otro de los participantes, explicó: «Soy cubano, amo a mi país por encima de todo, y estamos aquí pacíficamente. Han dado golpes, han echado gas pimien