Deporte y sacrificio
Recientemente hemos asistido a tres grandes gestas deportivas. Un murciano, llamado Mohamed Katir, ha batido el récord de España de los 1.500, que tenía Fermín Cacho desde 1997, logrando también la segunda mejor marca europea de todos los tiempos. En el Tour de Francia, el holandés Mollema atacó a 45 kilómetros de la meta, con el viento en contra. Lo que parecía una locura se convirtió en una proeza, pues logró vencer en Quillan. Y también me parece un logro extraordinario la actuación de la selección española en la
Eurocopa. A pesar de los malos augurios de algunos, superaron la inexperiencia con entrega, y España fue eliminada dignamente en semifinales por el equipo que después sería campeón. Creo que de los tres deportes podemos sacar un denominador común. Las victorias vienen cuando hay sacrificio, constancia y se plantean metas grandes. Una vez más, el deporte nos enseña algo fundamental para otros ámbitos más importantes como la familia, el trabajo o la religión.