Durante ocho años, el Ejército español lideró la reconstrucción de esta urbe pequeña y pobre al oeste de Afganistán. Militarmente fue un reto y un éxito de convivencia con la población, que mejoró sus condiciones de vida. Valió la pena, recuerda un mando.
es suya. Está por ver cómo quedará .... pero sí, valió la pena». Habla el teniente general Fernando García González-Valerio, hoy jefe del Estado Mayor Conjunto (Emacon) y entre 2012 y 2013, coronel al frente de la base de Qala i Naw, antes miembro del propio contingente desplegado allí en 2008.
«Orgulloso», con esa visión amplia y el «privilegio» que supuso el mando, de lo que España hizo «en aquella misión expedicionaria a más de 6.000 kilómetros, en un lugar difícil y en un ambiente muy exigente». Y en particular de los «soldados jóvenes, oficiales y suboficiales» que dieron lo mejor de sí en una «expe