ABC (Sevilla)

Cambian los cargos de Camila a desorden público y desacato

El padre de la periodista fue informado ayer de las nuevas acusacione­s contra ella, pero no pudo verla

- S. GAVIÑA

Agentes del régimen cubano comunicaro­n ayer al padre de la periodista Camila Costa el cambio de cargos contra ella, que pasan de ser procesada por delitos contra la seguridad del Estado, como le informaron el día de su detención, este lunes, a ser juzgada por «desacato y desorden público». Lo hicieron cuando fue a visitarla ayer, donde se encuentra retenida desde el lunes, la estación policial de Infanta y Manglar.

Orlando Acosta estaba con la reportera en el momento en el que «tres agentes» la detuvieron. Camila había salido a la calle para acompañar a su padre a hacerse una prueba PCR, necesaria para regresar este viernes a EE.UU., donde tiene su residencia. Hacía tan solo unas horas que la periodista había enviado su última crónica a este diario sobre las protestas en La Habana.

«He estado dos horas esperando antes de que me atendieran dos instructor­es», explica Orlando a ABC. «Ahora dicen que la acusan de desacato y desorden público. Que iba a estar 72 horas allí y después la pasarían a la Fiscalía». Confirma que no ha podido ver a su hija, con la que no ha tenido ningún contacto desde el lunes por la mañana (tampoco le han permitido llamadas telefónica­s), por orden del Ministerio de Salud «que prohíbe las visitas a los calabozos por el Covid». Según fuentes consultada­s por este periódico, la pena por los delitos de los que se ha acusado a Camila podría oscilar «entre los 3 años, como mínimo, y los 6 años, como máximo. Viendo el asunto, una probable sanción sería de 4 años y 6 meses».

Grabar las protestas

Los motivos de la acusación, según los agentes, serían los de «grabar las protestas y que incitó a ellas», relata el padre de la periodista, que recuerda cómo en anteriores entrevista­s con agentes de la seguridad del Estado le advirtiero­n «que lo que tenía que hacer es llevarme a Camila del país, pero con una condición, que no vuelva más». En la actualidad la reportera está ‘regulada’ por el régimen –como castigo por hacer declaracio­nes críticas contra él en el exterior–, lo que supone la prohibició­n de salir de la isla.

Pero Orlando nunca le pedirá eso a su hija, «porque ella es periodista, y se siente bien con lo que hace y yo en eso no puedo interferir. Esta haciendo lo que le enseñaron en la facultad, que es periodismo, y no lo que dice el régimen», subraya. Reconoce que podría haberla sacado de Cuba, pues él tiene residencia en EE.UU., «pero ella no quiere».

A Orlando se le entrecorta la voz cuando habla de los sucesos de los últimos días: de la detención, por parte de tres agentes; el allanamien­to de la vivienda, que perpetraro­n alrededor de 15 policías, «mientras el edificio estaba rodeado de policías y perros»; el robo de los equipos que tenía en casa la periodista, «dos ordenadore­s personales». Precintada la vivienda, tuvo que buscar refugio en casa de un amigo, «un buen cubano que no tiene miedo», concede.

A esto se suma el aviso del casero ayer mismo para que recojan todas las cosas de la casa, donde vivía alquilada Camila, en el plazo de una hora. «El dueño del apartament­o nos llamó para decirnos que la seguridad del Estado le había dado dos horas, que si no íbamos a recogerlas las iban a botar hacia abajo», señala Orlando.

No es la primera vez que Camila es desalojada de una casa de alquiler. Casi una decena de veces lo ha sufrido en los últimos años debido a las presiones de la seguridad del Estado sobre los caseros, a los que amenaza con quitarles la propiedad si no cumplen sus consignas.

Dos noche en la cárcel

Sobre cómo debe sentirse su hija en estos momentos, su padre reconoce que a pesar de que ha sido detenida en otras ocasiones, es la primera vez que pasa tanto en un calabozo. «La soltaban después de unas horas, el mismo día, pero nunca había dormido en él». Hoy habrá pasado dos noches encarcelad­a. Si bien tenía previsto inicialmen­te viajar a EE.UU. este viernes de regreso a su casa, Orlando no se moverá de la isla mientras su hija esté detenida, «aunque pasen meses, y yo pierda mi residencia».

Ante el apoyo internacio­nal que ha desatado la detención de Camila, entre el que se incluye un tuit del nuevo ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, en el que requiere «la liberación inmediata» de la periodista, Orlando cree que eso «es lo único que la va a ayudar», concluye con la voz emocionada, esperando un desenlace positivo para su hija.

«Camila está haciendo lo que le enseñaron en la facultad, periodismo, no lo que dice el régimen»

«Defendemos los DD.HH.

sin condicione­s. Requerimos la liberación inmediata de Camila Acosta», escribió Albares en Twitter

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// ABC La periodista independie­nte cubana Camila Acosta

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