Aparece muerto en su celda de Sevilla I un preso de 34 años
Los primeros indicios apuntan a una nueva muerte por sobredosis en la prisión
Un preso de Sevilla 1 apareció muerto ayer por la mañana en el interior de su celda. El fallecimiento se conoció durante el primer recuento de la jornada, sobre las 7.30 horas. Fuentes penitenciarias confirmaron a ABC que se trataba de un recluso joven –tenía 34 años– que se encontraba en tránsito pendiente de traslado la semana que viene a la prisión de Huelva. Había llegado a Sevilla este lunes.
El funcionario encargado del módulo 8 se encontró en su celda al interno acostado en su cama y completamente sin sentido. Inmediatamente procedió a intentar reanimarle, no sin antes avisar por el walkie talkie a los servicios médicos que, una vez acudieron, sólo pudieron certificar su muerte. En la primera inspección ocular no se hallaron señales de violencia en el cuerpo. Las causas que se barajan son la muerte natural o la sobredosis. La autopsia lo determinará. El cadáver se encontraba al cierre de esta edición en el Instituto de Medicina Legal.
La ingesta de drogas o de fármacos sin un control facultativo no son hechos puntuales como vienen denunciando sindicatos y asociaciones de funcionarios de prisiones desde hace tiempo. El Ministerio del Interior incluso lanzaba una campaña a finales de 2019 para concienciar a los familiares de los presos y advirtiéndoles de las consecuencias letales que puede
Los funcionarios advierten que desde que se han restablecido los vis a vis, ha regresado la droga a las cárceles
acarrear la introducción de estupefacientes en la cárcel. «Si pasas droga en la prisión, tu próxima visita puede ser al cementerio». Ése era el eslogan de la campaña. Los funcionarios de prisiones achacan este problema a la falta de personal y sobre todo de facultativos que controlen la medicación que se le administra a los reclusos.
Tras la pandemia
A raíz de este nuevo fallecimiento en la cárcel, la asociación de funcionarios de prisiones Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM) señalaba que desde que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha vuelto a permitir tanto las comunicaciones vis a vis como los permisos tras la suspensión provocada por la pandemia, se ha reactivado la circulación de la droga en el interior de las cárceles; una realidad que se había cortado de manera radical cuando fue necesario confinar prisiones y prohibir los contactos con el exterior debido a la pandemia. Sobre la crisis sanitaria, TAMPM advierte que «el hecho de mirar para otro lado ante la nueva ola de contagios en la que nos encontramos, está poniendo en peligro la salud tanto de internos como de funcionarios. De momento, en la provincia de Sevilla la situación está controlada en todos los centros, pero podríamos en cualquier momento vivir la situación de Picassent, que ha tenido que ser aislada».