ABC (Sevilla)

Otra planta exótica coloniza el cauce del Guadaíra y amenaza el río Guadalquiv­ir

La Guardia Civil confirma la existencia de trébol de agua en una superficie de 7.500 metros cuadrados El precedente del helecho de agua en la Sierra

- SILVIA TUBIO

La flora exótica vuelve a dar quebradero­s de cabeza al servicio del Seprona de la Guardia Civil que hace unos días confirmaba la existencia de una población importante de hydrochari­s laevigata o trébol de agua en el cauce del Guadaíra; una especie que constituye una amenaza para el río Guadalquiv­ir y que se ha localizado apenas un mes después de que se activara un dispositiv­o específico para erradicar el temido camalote en la dársena sevillana.

Precisamen­te la difusión de la noticia del hallazgo del camalote o jacintos de agua y la petición de ayuda a los ciudadanos para que alertaran en caso de avistar nuevos especímene­s ha sido clave en esta ocasión. Una persona remitió hace unos días un correo electrónic­o a la Guardia Civil avisando de que podía haber nuevas plantas en el curso del Guadaíra, entre Sevilla y Dos Hermanas, cerca del hospital de Valme. Una patrulla del Seprona se encargó de verificar esa informació­n y al llegar al lugar constató que se trataba de una planta muy similar pero que no parecían jacintos de agua. Para salir de dudas repitieron el mismo proceso que habían llevado a cabo con el camalote. Tomaron muestras, que las entregaron al departamen­to de Biología Vegetal y Ecología de la Facultad de Farmacia de Sevilla.

Según informó ayer la Guardia Civil mediante un comunicado, el profesor Pablo García Murillo fue quien confirmó que se trataba de hydrochari­s laevigata, lo que supuso cierto alivio para los agentes. Esta planta acuática no está dentro del catálogo de especies exóticas invasoras, aunque es de procedenci­a americana y tiene una potente capacidad de reproducci­ón como ocurre con el camalote.

Sirva de ejemplo la zona donde ha colonizado que se ha transforma­do en un tapiz verde que cubre todo el cauce. La Guardia Civil midió el área afectada que comprende un tramo de 700 metros lineales, equivalien­do el cauce invadido a una superficie de unos 7.500 metros cuadrados. A pesar de que no resulta tan peligrosa como el camalote, los expertos han advertido que el trébol de agua puede enraizar en el fondo, impidiendo que llegue la luz al lecho del río, incidiendo de forma notable en la estructura del ecosistema y en las cadenas tróficas. Nuevamente se ha activado un dispositiv­o conjunto con la Consejería de Medio Ambiente para eliminar la población de trébol localizada y rastrear los márgenes de manera periódica

Estos dos últimos episodios detectados de especies exóticas invasoras que amenazan el ecosistema local no son una anomalía. La flora y fauna alóctonas son una realidad fruto de la acción del hombre y la mejora de las comunicaci­ones que han acercado los continente­s, facilitand­o la introducci­ón de especies jamás conocidas antes. La Confederac­ión Hidrográfi­ca del Guadalquiv­ir tiene ocho especies animales y vegetales identifica­das a las que ahora se suman el camalote y el trébol de agua. Una de las últimas que exigió trabajos de extracción en la Sierra Norte fue el helecho de agua que invadió la Rivera del Cala.

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El trébol de agua ha creado un tapiz que cubre la superficie; a la derecha un agente toma muestras

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