La pensión vitalicia se quedó en intención
Se filtra, en un día clave para el PSOE, una propuesta sin membrete en la que se plantea que los expresidentes sean miembros del pleno derecho y cobro del
l documento existe pero se trata de unos folios mecanografiados sin fecha, sin firma y sin membrete. O para ser más exactos, existen dos documentos que se supone que son fruto de una negociación política. Y la clave de ambos —que son similares aunque con matices— es que plantean un cambio en la Ley del Consejo Consultivo de Andalucía para que los expresidentes de la Junta «que lo deseen» se incorporen al mismo como consejeros permanentes con todos los derechos correspondientes.
En la práctica eso se traduce en la posibilidad de que los expresidentes andaluces accedan a un puesto vitalicio con la correspondiente remuneración a razón de 68.149,92 euros anuales, el sueldo actual de un consejero permanente del Consultivo según consta en la información oficial de este órgano. Un cambio en la ley que afectaría de lleno a Susana Díaz quien lleva desde el 13 de junio negociando con Juan Espadas una salida honrosa y digna para su carrera política... Y también un escándalo que se conceda a quien
Eha salido del Gobierno andaluz una pensión vitalicia precisamente cuando las preocupaciones ciudadanas están centradas en el empleo, la salud y la vacunación. Es cierto que hasta ahora los expresidentes de la Junta no tienen ningún estatus reconocido legalmente, pueden colaborar con el Consejo Consultivo —similar al Consejo de Estado que asesora al Gobierno andaluz en materia de leyes y normas— pero como consejeros electivos sin tiempo completo, por lo que sólo cobran las dietas por asistir a los plenos y las reuniones que se fijen. Una cuantía simbólica que rondaría 300 euros mensuales.
La vuelta de un viejo debate
En el año 2005, Chaves planteó una ley para regular a los expresidentes, norma que levantó una enorme polvareda y que el PP de entonces (dirigido por Antonio Sanz, ahora viceconsejero de Bendodo) calificó de «pensionazo». Tan grave fue la guerra política que en 2011, Griñán se encargó de eliminarla.
Y ahora, curiosamente, vuelve a salir a la palestra. Según afirmó ayer la portavoz adjunta del PSOE, María Márquez,
el consejero de la Presidencia, Elías Bendodo le entregó una propuesta a la portavoz socialista el pasado miércoles día 7 de julio. Un extremo que Bendodo no confirma oficialmente, aunque ABC tiene en su poder lo que, presuntamente, es la propuesta original del PSOE que habría sido reactivada durante el proceso de primarias del partido. El fondo del asunto, el mismo. La forma, algo diferente ya que en este «primer documento» se crea una «Comisión de Estudios y Evaluación de Políticas Públicas» integrada por los expresidentes de la Junta.
El asunto pecuniario tiene, claro, muchas aristas. Para empezar, carece de padre político. Ni el Gobierno andaluz, ni el PP, ni el PSOE se arrogan la autoría de estas dos propuestas. Eso sí. Reconocen que han «hablado» del asunto, pero sin llegar a conclusiones. Todo son palabras vagas, «negociaciones»,
«comentarios». Por cierto. Todos los demás partidos de la Cámara andaluza negaron conocer ningún texto hasta que ha salido publicado en la prensa. El portavoz del PP, José Antonio Nieto, explicó que se trata de un asunto que se ha debatido «desde el inicio de la Legislatura», pero sin ningún resultado.
Claro que hay un dato clave. El documento que, según el PSOE, entregó Bendodo a su portavoz hace una semana, se conoció el martes por la tarde cuando lo publicó el periódico El País pocos minutos después de que Fernando López Gil presentase su dimisión como senador por la comunidad autónoma para dejar su hueco libre a Susana Díaz. Quien, por cierto, esa misma mañana había enviado una nota de prensa afirmando que «aceptaba» la propuesta de Espadas de ser senadora por la comunidad.
El cargo en el Senado supone para Díaz continuar en la política activa pero depende de la voluntad del nuevo líder del PSOE andaluz. Si Susana Díaz tuviese privilegios por haber sido presidenta andaluza, su futuro profesional ya no dependería de Espadas sino de su trayectoria política. Un cambio más que sustancial.
Hay otra variable. Con la publicación de la información en la prensa se ha caído esta propuesta de pensión vitalicia. Porque ayer todos los grupos políticos se negaban a aceptarla. Empezando por el PSOE, «estamos en lo que importa» y siguiendo por el PP, «queremos un reconocimiento a los expresidentes, sin entrar en aspectos económicos».
El asunto se habría reactivado tras el proceso de primarias y se hace inviable tras una medida filtración a la prensa