Madrid se defiende: «Nuestros impuestos bajos benefician a España»
Lasquetty envía a Montero su propuesta fiscal y rechaza los planes del Gobierno
construir un verdadero oasis social, otros, con sus actos, provocaron la huida masiva de empresas. Al margen de todo ello, hemos conseguido articular y gestionar una batería de medidas extraordinarias de apoyo a pymes y autónomos para paliar los durísimos efectos de la pandemia».
El consejero mostró, por último, su preocupación porque los fondos europeos se utilicen «de forma encubierta» para facilitar objetivos políticos, de forma que se termine primando a regiones más desarrolladas, como Cataluña, en detrimento de otras como Andalucía, «que son las destinatarias naturales de estos fondos».
Como ya informó ABC, la reforma fiscal que planea el Gobierno de Sánchez ya prevé beneficios para Cataluña y castigos para Madrid. La hoja de ruta del Ejecutivo de coalición incluye subidas de Patrimonio y Sucesiones ya en 2022 de la mano de los Presupuestos (eso pretende Podemos, aunque el ala socialista y Sánchez se resisten). La idea es la armonización de ambos impuestos en toda España, que en el caso de Madrid están bonificados al 99% en el primer caso y al cien por cien en el segundo caso, lo que hace que este tributo en la práctica no exista. Madrid mantiene una política de impuestos bajos desde 2014, ha exprimido la autonomía fiscal que tiene, junto a las comunidades de régimen común, por lo que pueden subir o bajar impuestos como Patrimonio o Sucesiones al nivel que deseen. El manejo de esta competencia es lo que ha distinguido a la autonomía madrileña de otras regiones; ha permitido a los ciudadanos pagar menos y ha logrado atraer a empresas de todas las partes del mundo, a diferencia de Cataluña.
Según los últimos datos del Colegio de Registradores, desde el cuarto trimestre del 2017 –cuando se produjo el referéndum ilegal del 1 de octubre– 6.200 empresas hicieron las maletas y dejaron Cataluña. Entre ellas, más de la mitad escogieron Madrid como su destino.
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya tiene sobre la mesa la aportación del Gobierno de la Comunidad de Madrid al comité de expertos que elaborará el libro blanco de la reforma fiscal y que guiará al Ejecutivo central en la elaboración de su propia reforma. En la comunidad, sin embargo, no se albergan grandes esperanzas de cara a que sus propuestas vayan a ser tenidas en cuenta. Y es que el documento, remitido ayer, carga duramente contra la armonización que persigue la ministra Montero y hace una férrea defensa de la autonomía fiscal con la que cuentan las comunidades pues, aseguran, ha sido clave en la prosperidad de Madrid y, a la postre, de toda España.
En la elaboración del informe han participado cerca de 30 expertos de distintos ámbitos del mundo económico, aunque todos ellos coinciden en señalar la relación entre los impuestos bajos y la mayor riqueza y creación de empresas, la atracción de inversiones o el crecimiento del PIB. El documento destaca que Madrid ha optado desde el año 2003 por este modelo, lo que ha permitido que los ciudadanos disfruten de un ahorro fiscal de 50.000 millones de euros, unos 1.600 euros al año por contribuyente, que han favorecido al avance económico de la región. «Bajando impuestos se dinamiza la economía y se aumenta la recaudación. Son unos resultados positivos que llegan a todas las comunidades autónomas ya que Madrid es la región más solidaria, siendo la que más aporta a la llamada caja común con la que se financian los servicios públicos de las demás regiones», asegura el Gobierno regional.
Según sus cálculos, Madrid aporta el 68% de la caja común con la que se financian los servicios públicos de las demás regiones, seguida de Cataluña, con el 25%. «La aportación de Madrid al conjunto nacional se ha mantenido por encima del 70% incluso en los peores años de la crisis (20112015), por lo que los impuestos bajos de Madrid han beneficiado siempre a toda España», insisten desde el Gobierno madrileño.
Estos datos deberían desmontar, en su opinión, la cruzada de Montero, así como sus planes de armonización fiscal. Planes que, además, supondrían una restricción de la capacidad de actuación de las comunidades autónomas en materia tributaria: «Sería la primera vez que un Gobierno atenta contra dicha competencia autonómica desde la aprobación de la Lofca en 1980», alertan.
Los efectos de la armonización en el IRPF afectarían también a otros impuestos que están actualmente cedidos a las regiones, como el de Patrimonio o Sucesiones y Donaciones, «que no tienen apenas cabida en los países de la Unión Europea por sus efectos nocivos en la economía, el ahorro y la inversión». Se niega también que las bonificaciones que los distintos gobiernos de la Comunidad de Madrid han venido realizando sobre ambos impuestos hayan supuesto un éxodo de contribuyentes de otras regiones ni hayan mermado la recaudación.
Entre quienes han elaborado este informe se encuentran personalidades del mundo académico, financiero y profesional. Se han unido catedráticos de universidades de buena parte del territorio nacional, profesionales como Lorenzo Bernaldo de Quirós (Freemarket Corporative Intelligence) o Daniel Lacalle (Instituto de Empresa e Instituto de Estudios Bursátiles) y entidades como el Instituto de Estudios Económicos.