Toques de queda selectivos para buscar el aval de la Justicia
∑Cataluña y Cantabria solicitan aplicar la medida por municipios, mientras el TSJ de Canarias la rechaza en Tenerife Sanidad elude el debate, y País Vasco se decanta por prohibir reuniones de no convivientes por la noche
Ni con la vuelta de la incertidumbre jurídica al control de la pandemia se esperaban novedades ayer en la reunión del Consejo Interterritorial de Salud. «Sería una sorpresa agradable, pero una sorpresa, que el Ministerio tomase alguna medida», resumía pocas horas antes el consejero de Sanidad gallego, Julio García Comesaña. Con la quinta ola disparando los contagios, especialmente entre jóvenes, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, no se salió del guion y se limitó a recordar lo que lleva siendo el discurso del Gobierno desde hace meses: las comunidades tienen medidas a las que puede recurrir y, si quieren clarificar criterios, pueden recurrir al Supremo. Ante la falta de una ley específica, ayer Cataluña y Cantabria decidieron probar suerte con el modelo valenciano: un toque de queda selectivo, aplicado a municipios concretos, que ha sido la única fórmula que ha logrado el visto bueno de los tribunales hasta el momento.
Las autonomías tienen trabajando a sus servicios jurídicos para intentar evitar el rechazo de los tribunales a sus medidas, como le ocurrió ayer a Canarias. «Cada una estamos haciendo de nuestra capa un sayo», reconocía el consejero andaluz de Salud y Familias, Jesús Aguirre. «Al no haber una legislación clara, cada juez aplica la legislación vigente según le viene a entender», dijo. Castilla y León, que el martes se planteaba un toque de queda selectivo, dio ayer un paso atrás tras un informe contrario de sus expertos jurídicos.
En el mismo día que el Tribunal Constitucional daba un varapalo al Gobierno por el primer estado de alarma, Darias pedía «tiempo» para que las limitaciones que las comunidades ya han aplicado empiecen a funcionar. También destacaba que los contagios no crecen tanto: si la semana pasada el incremento era del 111% respecto a la anterior, en esta la cifra es del 93%. «Todos nuestros esfuerzos están dirigidos a controlar la propagación del virus», aseguraba Darias, que también defendía que ante la pandemia hay «un arma poderosa: las vacunas».
Pero poco antes el consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Blas Trujillo, se resignaba a «reformular» las medidas y buscar nuevas soluciones ante el aumento de contagios en Tenerife. Su comunidad fue la primera de esta nueva oleada en ver denegada la petición del toque de queda. El Tribunal Superior de Justicia canario rechazó limitar la movilidad entre las 0.30 y las 6.00 horas en las islas con nivel de alerta 3 y 4, lo que en este momento solo afectaría a esa isla. Pese a que la medida contaba con un informe favorable de la Fiscalía, el TSJC considera que la medida «no está debidamente justificada» ya que supone «un verdadero confinamiento por la sola razón del horario».
El tribunal canario no cree que existan conductas de riesgo «más peligrosas si se ejecutan en horario nocturno», y argumenta que si lo que se pretende es evitar determinadas conductas que «por costumbre social, se desarrollan de noche», las autoridades tienen «otros instrumentos jurídicos de intervención menos lesivos» que eviten «someter a la generalidad de la población a una privación periódica de su libertad deambulatoria por la mera razón de la hora».
Barcelona y Santander
A la vista del rechazo del tribunal canario y el aval que sí logró la Comunidad Valenciana, ya son varias comunidades las que se han planteado imitar el segundo modelo, en un intento por lograr el respaldo de la Justicia. Es el caso de Cantabria, que ayer pidió al Tribunal Superior de Justicia de la comunidad el toque de queda de 1.00 a 6.00 de la mañana para 53 municipios que sobrepasan cinco indicadores epidemiológicos, como una incidencia de al menos 125 casos por cada 100.000 habitantes o un 15% de positividad de las pruebas, entre otros. En la práctica, esta medida afectaría a la mitad de su territorio e incluye también a Santander.
Según el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, se trata de frenar la «avalancha» de jóvenes que «están llegando todos los días a los consultorios y a los hospitales con el virus». También se aprobaron otras medidas, como la prohibición de venta de alcohol en comercios minoristas y gasolineras desde las 20 horas.
Por su parte, el presidente de Cata