Un misterio sin resolver...
Los acontecimientos vinculados a la vida de uno de los grandes poetas del siglo XX, Juan Ramón Jiménez, continúan siendo actualidad; así lo demuestra, que no hayan sido pocas las cartas llegadas a esta redacción en relación al artículo «Carlos Martínez Barbeito, el hombre que nunca robó a Juan Ramón», publicado el pasado miércoles. Entre ellas, la de CARMEN HERNÁNDEZ-PINZÓN MORENO, sobrina nieta del escritor, que, tras leerlo, considera «necesario plantear algunas cuestiones. Si los señores Martínez Barbeito, Félix Ros y Carlos
Sentís sólo pretendían salvaguardar las pertenencias del poeta Juan Ramón Jiménez ¿por qué no se depositaron las cosas en un lugar seguro? ¿Por qué se repartieron el botín? ¿Por qué los señores Ros y Sentís nunca devolvieron nada de lo sustraído a pesar de repetidas peticiones para que lo hicieran, entre ellas por José Mª Pemán? ¿Por qué al señor Martínez Barbeito también hubo que pedirle que devolviera lo que se había llevado? ¿Por qué lo hizo en dos diferentes ocasiones y en una de ellas dejándolas en la portería del señor Guerrero Ruiz, entre ellas el Diario de Marga? ¿Por qué se vendieron libros dedicados al poeta en librarías de viejo? ¿Por qué el señor Sentís regaló a un amigo, por su boda, una primera edición de ‘Soledades’, de Antonio Machado, dedicado a Juan Ramón? ¿Por qué jamás se han recuperado: cartas, libros, manuscritos, poemarios inéditos enteros, ¿el famoso cuadro de Vázquez Díaz ..? Creo que estas cuestiones y otras muchas más no encajan con el término salvaguardar.
La magnífica edición de Guerra en España, de Juan Ramón Jiménez, editado por Soledad González Ródenas (Point de Lunnetes 2009) dedica a este tema unas cien páginas. Creo que su lectura no deja lugar a dudas de lo que ocurrió con este lamentable hecho que tanto hizo sufrir a nuestro premio Nobel».