Bélgica espera que baje el nivel del agua para calcular los destrozos
días era su pueblo, son capaces de entender lo que está pasando. «No queda nada. Esto no volverá a ser como era. Nosotros, desde luego, no lo veremos. Estamos ahora otra vez como al final de la Segunda Guerra Mundial», va rumiando mientras informa sobre los datos que ha ido recabando. «El Rurtalsperre se ha desbordado. El embalse de Urft, aguas arriba del embalse de Rur, también se ha desbordado», afirma Gerhard como resumen del desastre.
La población de Schuld apenas asciende a 700 habitantes, es un pueblo en el que todos se conocen. Por eso Gerhard, cuando le preguntan por las víctimas mortales, no da cifras, sino un rosario de nombres y parentescos entre los que no acierta a diferenciar muertos de desaparecidos. «Los de esta casa son un matrimonio y estaban vivos el viernes, porque su prima habló con ellos, pero ahora no se sabe dónde paran», continúa con su tétrica guía a través de las ruinas. «No se sabe si se los llevó una lancha de rescate o qué ha pasado con ellos, pero digo yo que si los rescataron habrían dado señales de vida de alguna manera», asegura.
Desesperación infinita
La desesperación de los familiares es infinita. Cientos de víctimas de las inundaciones, solo en estos distritos, siguen desaparecidas. En las redes sociales se han formado grupos de búsqueda y se publican fotografías de parientes que no aparecen. «Desaparecido: Gerhard Hübner (60) de Ahrweiler (Renania-Palatinado). Último contacto: miércoles
Bélgica empezó ayer las titánicas tareas de limpieza y reconstrucción de las zonas asoladas por el destructor diluvio de los últimos días, que ha causado pérdidas millonarias. Hay que achicar el agua, evaluar la solidez de los edificios dañados, algunos de los cuales tendrán que ser demolidos, restablecer el suministro de electricidad, gas y teléfono además de albergar a las personas que perdieron todo. En todas las ciudades afectadas, los bomberos, los servicios de protección civil, los responsables locales y militares, no cesan en la limpieza de los escombros y el barro que obstruyen las calles. Hay que «esperar que baje el nivel del agua para descubrir los destrozos», explica Gianni de Muynck, portavoz de la compañía de seguros Axa Bélgica.