Antonio López inunda de magia la Puerta del Sol
∑El genial artista ha vuelto a retomar la pintura de este lugar emblemático de Madrid, que abandonó hace once años. Le acompañamos en una de sus sesiones. La anécdota la puso un policía municipal, que le pidió los papeles
Ver pintar a Antonio López a pie de calle, en plena Puerta del Sol, es un espectáculo, una experiencia casi religiosa, inolvidable, hipnótica. No puedes apartar los ojos. Junto al caballete, una bolsa de papel donde lleva dos cilindros con los pinceles, una vieja caja con tubos de pintura, una paleta, una cuerda para atar el lienzo, un compás, una regla... No precisa nada más para que surja la magia. En la era digital, invadida por la inteligencia artificial, los NFT..., emociona ver lo que un artista, a sus 85 años, es capaz de crear con tan rudimentarios mimbres. El genio y el talento están en el ADN.
Las marcas de sus pies pintadas sobre el asfalto indican el lugar exacto donde cada tarde de este verano (no todas, cuando puede y la climatología lo permite) Antonio López instala su caballete para pintar la Puerta del Sol. Es la tercera vez que lo intenta: «La primera fue hace 25 ó 30 años, pero trabajaba en un formato muy pequeño, no cabía toda. Lo retomé hace once años, en 2010. Pero me violentó tanto estar expuesto de esa manera que lo abandoné. La gente se ponía delante y no veía, me desesperaba. Cada año pensaba retomarlo, porque es un tema que me interesa muchísimo, pero, llegado el momento, no me decidía. En este momento de mi vida, dije: ‘Yo puedo perfectamente. ¿Qué pasa por que esté la gente? Le digo que se aparte y ya está. Con los años manejas mejor las cosas. Ahora sé más que hace once años. Acabarlo, no lo sé. A ver qué pasa, a ver cómo sale. Me pongo a trabajar encantado: abro la caja, ato el cuadro al caballete, miro aquello y enseguida empieza el sortilegio. Eso que