Rosario «En estos momentos la música tiene un valor incalculable a nivel emocional»

∑La artista, que acaba de estrenar su disco `Te lo digo todo y no te digo ná´, actúa en el Tío Pepe Festival de Jerez

Aunque tiene una sensibilidad acentuada y muy especial tanto para la alegría como para la tristeza, su nombre siempre se vincula a palabras como vitalidad, energía, alegría… Y Rosario Flores lo sabe. Vaya si lo sabe. Además, es consciente de que el momento anímico es delicado, y la música, su música, puede funcionar como bálsamo. Por eso ha estrenado recientemente un disco, `Te lo digo todo y no te digo ná´, que viene cargado de buenas sensaciones y optimismo. Además, ha vuelto a los escenarios y se encuentra pletórica, un aspecto que promete refrendar el próximo 8 de agosto en el Tío Pepe Festival de Jerez de la Frontera, una tierra muy especial para ella. —En el disco tienen cabida géneros como el funky, la rumba, la balada, el pop y, cómo no, el flamenco. La variedad de este nuevo trabajo va en sintonía con el eclecticismo que siempre le ha caracterizado. —Totalmente de acuerdo. Es una esencia mía más. Una mezcla de todo lo que he vivido durante este tiempo. Eso sí, he querido actualizar un poquito el sonido de mis rumbas y de mi estilo musical en general, por supuesto sin perder mi sello. He contado con Juan Magán, que me ha hecho una rumbita electrónica calentita súper bonita; con Vanesa Martín, que me ha escrito la canción `La vida es otra cosa´; Jorge Drexler también me ha hecho una letra maravillosa; Amparo Sánchez de Amparanoia… Después de tanto tiempo en la música tengo muy buenos amigos mucho talento y que me ayudan muchísimo cuando los necesito.

—Apuesta claramente por un sonido más actual. Recurre a programaciones hasta ahora inéditas en su carrera.

—Es cierto. Hay nuevos sonidos, nuevos arreglos. La música va cambiando mucho, y yo poco a poco he ido introduciendo pequeñas cositas de la música de ahora. Pero eso sí, siempre fiel a mi estilo y con quien soy yo.

—En la colaboración de Juan Magán en `Oye primo´ se adivina una estrategia para llevar su música a un público más joven. Parece que la decisión ha sido acertada, porque este corte cuenta ya, por ejemplo, con medio millón de escuchas en Spotify.

—Muy contenta con esto que me cuentas. Sobre todo yo me maravillo porque llevo 30 años en la música y que todavía pueda estar aquí vivita y coleando, trabajando, que la gente venga a mis conciertos y se sepa mis canciones de la primera a la última… ¿Qué más puedo pedirle a la vida? Virgencita, virgencita, que me dejen como estoy.

—Le noto especialmente reflexiva.

—Es que ahora lo disfruto todo muchísimo, soy más consciente del valor de las cosas. Estoy en un gran momento personal. Tengo que mucho que agradecerle a la vida, porque me dio la posibilidad de hacer realidad mi sueño de ser artista. Llevo ya muchos años disfrutando esta profesión, y la madurez te da esa visión que no la tienes en anteriores etapas. Me siento muy joven, yo no sé qué edad tengo ni la edad que represento, porque no sé cómo hay que ser y actuar según mi partida de nacimiento, lo único que sé es que tengo mucha fuerza, mucha juventud todavía y que quiero recorrerme todos los escenarios del mundo.

.—A nivel artístico se define como `gipsy funky´. ¿Cómo explicaría este concepto?

—Siempre he dicho que soy una gitana negra. Yo vengo de la rumba catalana de mi padre, y siempre he mezclado este género con bajos y guitarras más funkys. He querido combinar el R&B, el soul, toda la música de los negros, con la rumba catalana, que es mi raíz musical.

—En este disco está teniendo más repercusión canciones como `Oye primo´ o `Te lo digo todo y no te digo ná´, canciones más alegres, con ritmos más movidos, quedando un poco en segundo plano baladas tan completas como `Mariposas blancas´.

—Creo que influye el momento que estamos viviendo y que se resume en la frase con la que arranca `Oye primo´: «Oye primo, no me cuentes tus penas, que pa’ penas ya tengo las mías». Con todo lo que estamos pasando, a la gente le apetece ponerse canciones que transmitan alegría. No obstante, `Mariposas blancas´ es una canción preciosa que me consta que también está gustando muchísimo.

—¿Cómo definiría ese poder terapéutico de la música?

—Solamente tienes que ponerte una música determinada y tener una emoción dentro para soltarla, ya sea de alegría o de tristeza. La música te abre el corazón y te abre las entrañas, y te suelta esas emociones, te quita las puertas cerradas. Y por eso siempre digo que es una medicina muy bonita, porque las emociones pueden hacernos mucho daño si las tenemos ahí guardadas, y la música te hace sacarlas. Por eso es tan importante en estos tiempos en los que hemos sufrido tanto. La magia que tiene la música no se puede explicar con palabras, hay que sentirla.

—También podemos hablar del poder terapéutico de componer. Por ejemplo, `Tienes que vivir´, es una canción que dedica a Antonio Carmona cuando éste se encontraba muy enfermo.

—Fue un desahogo. Para mí fue muy fuerte ver a Antonio así tan malito en coma, fue un shock. Me fui a mi casa y empecé a escribir «no te puedes ir, no nos puedes dejar aquí» y todo lo que sentía. Y mira, al final se ha convertido en una canción. Por eso el proceso de componer es tan bonito. Yo ahora mismo, cuando miro hacia atrás y veo discos míos, `Contigo me voy´ por ejemplo, recuerdo perfectamente mi estado emocional y todo lo que se removía por mi cuerpo en ese momento. Es algo muy especial.

—Un animal de escenario como Rosario Flores, ¿cómo ha llevado estos casi dos años sin poder cantar en directo,

«La madurez ha hecho que sea más

consciente del valor de las cosas y

disfrute más»

Contacto con el público

«Durante la pandemia lo he pasado muy mal, estaba loca por subirme a un

escenario»

La música como terapia «Con todo lo que estamos pasando,

a la gente le apetece ponerse canciones alegres y

disfrutar»